Rusia amenazó este miércoles con bombardear centros de mando en Kiev y acusó a Ucrania de atacar posiciones militares en su territorio, mientras Estados Unidos anunció una nueva ayuda militar para este país en guerra.
"Si estos hechos continúan, el ejército ruso atacará centros de toma de decisiones, también en Kiev, lo que el ejército ruso se ha abstenido de hacer hasta ahora", añadió.
Las fuerzas ucranianas retomaron el control de la capital y su región a finales de marzo y la retirada de las tropas rusas dio paso a imágenes que conmocionaron al mundo, como las decenas de civiles muertos en la localidad de Bucha, a las puertas de la capital.
Desde entonces, Rusia centra su ofensiva en el este y en el sur del país.
La ONU considera que un "alto el fuego general" con fines humanitarios "no parece posible actualmente" y sigue esperando respuestas de Moscú a sus propuestas concretas para la evacuación de civiles y el envío de ayuda humanitaria a zonas de combates.
Una de estas regiones es Mariúpol, una ciudad estratégica en el sureste de Ucrania donde murieron al menos 20.000 personas, según las autoridades de Kiev.
Las fuerzas rusas bombardean la localidad desde hace más de 40 días y según la presidencia ucraniana, un "90% de las casas" han sido destruidas.
"Los restos de las unidades ucranianas y de los nazis [del batallón] Azov presentes en la ciudad están bloqueados y privados de la posibilidad de salir del cerco", detalló el portavoz Igor Konashenkov.
Ayuda militar militar masiva
Conquistar Mariúpol sería una victoria importante para los rusos, ya que les permitiría consolidar sus avances territoriales en la costa del mar de Azov, uniendo la región de Donbás (este de Ucrania), controlada en parte por separatistas prorrusos, con Crimea, que Moscú se anexó en 2014.