La ONU lamentó que la justicia de Costa Rica haya cerrado el caso del asesinato en 2019 del ambientalista indígena Sergio Rojas, informó este viernes su oficina en el país centroamericano.
La ONU ve con "preocupación" que no se realizaran investigaciones "con pertinencia" y que el Ministerio Público (fiscalía) no "brindara elementos suficientes y sólidos" para buscar juzgar a los responsables, agregó.
Rojas fue asesinado con arma de fuego en marzo de 2019 por desconocidos en su casa de la comunidad de Yery, ubicada en el territorio indígena de Salitre, en el sur de Costa Rica.
El líder indígena, que contaba con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), era un activo defensor de la recuperación de tierras indígenas en manos de grandes agricultores y había enfrentado varias amenazas de muerte desde 2015.
El pasado 8 de enero, la justicia costarricense dictó el sobreseimiento definitivo en favor de los tres imputados por el homicidio, aunque existe aún posibilidad de apelación.
La ONU pidió al Poder Judicial costarricense "redoblar esfuerzos y recursos para que en otros casos abiertos por ataques a líderes indígenas las pesquisas sean conducidas rápidamente" y recordó al Estado su ratificación de tratados internacionales que le comprometen a "resguardar las garantías especiales de los pueblos indígenas y de quienes defienden sus derechos".
Entre los casos pendientes está el de Jehry Rivera, quien también fue asesinado a balazos durante una recuperación de tierras en febrero de 2020.
Según datos de la ONU de abril de 2021, en Costa Rica"residen más de 104.000 personas indígenas, pertenecientes a ocho pueblos originarios".