Miles de personas rindieron un último homenaje este miércoles a Silvio Berlusconi, fallecido el lunes a los 86 años de leucemia, en un funeral de estado organizado en presencia de muchos de los líderes políticos del país. El ataúd del empresario y exjefe de gobierno, adornado con flores blancas, rojas y verdes, los colores de la bandera italiana, llegó a las 13h00 GMT frente a la majestuosa catedral de Milán, en presencia de miles de personas y bajo los cánticos de los seguidores del AC Milan, el club que dirigió durante 31 años.
Una multitud de admiradores de Berlusconi, con rostros graves y algunos llorando, siguieron la ceremonia delante de la catedral en dos pantallas gigantes. Bajo un sol abrasador, muchos coreaban "Silvio", "Presidente Berlusconi" o incluso "¡Gracias, eres el único!".
- Orban y el Emir de Catar -
En Milán, como en toda Italia, las banderas ondeaban a media asta en los edificios públicos.
Además de Meloni y sus dos viceprimeros ministros, Matteo Salvini y Antonio Tajani, número dos del partido de Berlusconi (Forza Italia), estuvieron presentes el presidente de la República Sergio Mattarella y el exjefe de gobierno Mario Draghi, así como representantes de la oposición.
Entre los pocos dignatarios extranjeros se encontraban el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani, el presidente de Irak, Abdel Latif Rachid, y el primer ministro húngaro Viktor Orban.
El funeral de Estado, previsto por el protocolo, fue acompañado por un día de duelo nacional, el primero para un ex primer ministro y que creó polémica.
- "Falta de respeto" -
Andrea Crisanti, senador del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), también se opuso al duelo nacional.
"No tenía respeto por el Estado cuando defraudó a las autoridades fiscales", denunció, recordando la condena final del "Cavaliere" en 2013 en el caso de fraude fiscal relacionado con su imperio mediático, Mediaset.