El presidente francés, Emmanuel Macron, quiere que los europeos defiendan sus intereses "con firmeza" en la negociación con Estados Unidos sobre los aranceles y que se muestren "fuertes" para conseguir un "acuerdo equilibrado" porque la suspensión temporal de los aranceles es, simplemente, "una pausa frágil".
Macron pide una UE fuerte para negociar con Estados Unidos
El jefe del Estado francés insiste en que esa "suspensión parcial" durante 90 días "es una señal y una puerta abierta a la negociación", pero en cualquier caso "frágil" porque se mantienen los aranceles del 25 % para el acero, el aluminio y el sector del automóvil y del 10 % para el resto de los productos europeos que entran en Estados Unidos.
También porque significa "incertidumbre" durante esos 90 días sobre lo que va a pasar tanto a uno como a otro lado del Atlántico.
Por eso Macron insiste en la necesidad de "unidad" de los europeos que deben "mostrarse fuertes" detrás de la Comisión Europea y "seguir trabajando en todas las contramedidas necesarias y movilizar todos los dispositivos disponibles para protegerse, también para evitar que los flujos de los países terceros no vengan a desequilibrar nuestro mercado".
Es decir, que por un lado hay que seguir mostrando a Washington que la UE se prepara para poner en pie un dispositivo arancelario que haría daño a Estados Unidos si no hay acuerdo, y por otro prestar atención a los efectos de los aranceles astronómicos que Trump está aplicando a China.
Porque el riesgo es que una parte de los productos chinos que no pueden entrar ahora en el mercado estadounidense fluyan a Europa con precios muy bajos y entren en una competencia desfavorable para la producción europea.
"Mantengámonos lúcidos, unidos y defendamos nuestros intereses con firmeza", subraya Macron, que recuerda que el jueves se reunió con empresarios e industriales que están "muy inquietos" porque los aranceles estadounidenses afectan directamente a su actividad.
"Tenemos razón en luchar"
Para el presidente francés, "tenemos razón en luchar" porque lo que está en juego son "los empleos y la vida de nuestros territorios".
Por eso repite en que "con los europeos haremos todo lo posible para proteger a nuestras empresas y nuestros sectores afirmando nuestra soberanía económica para garantizar el futuro de nuestros empleos".
La insistencia en la unidad de Macron puede interpretarse como un mensaje en dirección de otros socios de la Unión Europea, y en particular de Italia, que podrían estar tentados de ir un poco por libre o de dar señales de conciliación a Trump para tratar de obtener algún trato de favor.
De hecho, el ministro francés de Industria, Marc Ferracci, ha criticado del "riesgo" de las "discusiones bilaterales" que teme que podrían plantearse con ocasión de la visita a Washington la semana próxima de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que repetidamente ha mostrado su voluntad de acercamiento al presidente estadounidense, con el que mantiene una notoria proximidad ideológica.