Israel anunció la detención de 100 personas en uno de los principales hospitales de la Franja de Gaza asaltado por sus tropas, una incursión que acrecentó el sábado el temor por los pacientes y el personal atrapados dentro del establecimiento.
La misma fuente aseguró que al menos 120 pacientes y cinco equipos médicos están atrapados sin agua, comida ni electricidad en el hospital Nasser de Jan Yunis, la mayor ciudad del sur de la Franja de Gaza.
Ejército de Israel no cesa
Israel concentra desde hace semanas su operación militar en esa ciudad. Esta semana se libraron combates en torno al hospital, uno de los últimos grandes centros médicos que sigue funcionando -parcialmente- en el territorio.
Tras el asalto, se cortó la electricidad y se pararon los generadores, lo que provocó la muerte de seis pacientes por falta de oxígeno, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El ejército israelí indicó que sus tropas entraron el jueves en el hospital a raíz de unas "informaciones creíbles" de que rehenes capturados por Hamás en el ataque del 7 de octubre habían sido retenidos allí y que los cadáveres de algunos de ellos podrían encontrarse en ese establecimiento.
Detenciones por sospechas
El sábado, las fuerzas armadas israelíes dijeron que habían detenido a 100 personas en ese hospital, sospechosas de "actividad terrorista", y que incautaron armas y recuperaron "medicamentos con los nombres de rehenes israelíes".
Israel acusa a Hamás de operar desde hospitales, algo que el movimiento palestino niega.
El ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre dejó 1.160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento efectuado por la AFP en base a datos oficiales israelíes.
Los milicianos islamistas capturaron también a 250 personas, 105 de las cuales fueron canjeadas por 240 presos palestinos en Israel en una tregua de una semana a fines de noviembre. Israel afirma que 130 siguen retenidas, 30 de las cuales murieron desde entonces.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva terrestre y aérea en la Franja que, de momento, dejó 28.858 muertos, en su mayoría mujeres y menores, según las autoridades de Hamás.
La ofensiva de Israel ha devastado gran parte del territorio palestino y obligado a 1,7 millones de personas, casi el 80% de la población, a abandonar sus hogares, según la ONU.
Israel también impuso un asedio "completo" en el territorio, provocando la escasez de alimentos, agua y medicamentos.
"Patrón de ataques"
La incursión en el hospital Nasser fue criticada por Naciones Unidas pero el ejército insiste en que hizo todo lo posible por mantener el suministro eléctrico, llevando por ejemplo un generador alternativo.
Un testigo, que pidió no ser identificado por razones de seguridad, indicó a la AFP que las fuerzas israelíes dispararon "contra cualquiera que se moviera dentro del hospital".
El portavoz de la Organización Mundial de la Salud, Tarik Jasarevic, afirmó el viernes que "más degradación del hospital significa más vidas perdidas".
"Los pacientes, personal médico y civiles que se refugian en hospitales merecen seguridad y no un entierro", añadió.
La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) reportó que su personal tuvo que huir, "dejando atrás a los pacientes", y que un empleado se encontraba en paradero desconocido y otro fue detenido.
Según el brazo armado de Hamás, los rehenes "luchan por mantenerse con vida" debido al deterioro de las condiciones por los incesantes bombardeos israelíes.