Hace dos años la carrera de Will Smith parecía acabada tras la bofetada que le dio a Chris Rock en la gala de los Óscar. Pero el actor ha sabido recuperarse y ha tirado de proyectos seguros, como la secuela de ‘Bad boys’, que vuelve a apostar por la acción y el humor.
La primera ‘Bad boys’ (1995), que en España se tituló ‘Dos policías rebeldes’, sentó las bases del género ‘buddy cop’, en el que dos agentes trabajan juntos para resolver un crimen y desarrollan una gran amistad.
Continúa la historia iniciada hace casi 30 años
Desde entonces se han estrenado otras dos entregas: ‘Bad boys II’ (2003) y ‘Bad boys for life’ (2020), que fue la primera en la que los belgas Adil el Arbi y Bilall Fallah se convertían en directores, tomando el relevo del Michael Bay.
Unas películas que se sostienen en la química entre los dos actores protagonistas, un elemento imposible de forzar.
Una conexión que “existe hasta para firmar las secuencias dramáticas”, y que llega a las salas en una última entrega que el actor define como la mejor hasta la fecha. “Sé que siempre decimos que la película que hemos hecho es la mejor, pero de verdad que esta lo es por todo lo que incorpora”, añade Smith.
Incidente en los Óscar
Un título que supone el regreso del actor al cine tras un incidente por el que Smith se disculpó y que fue castigado con la prohibición de asistir a los actos de la Academia de Hollywood durante 10 años.
La bofetada empañó la victoria de Will Smith, que ese año se llevó el Óscar a mejor actor por su trabajo en ‘El método Williams’. Ahora, el que fuera uno de los actores más populares del cine, trata de recuperar el trono perdido.
En esta nueva entrega, Mike (Will Smith) y Marcus (Martin Lawrence) deciden investigar unas falsas acusaciones contra su mentor y excapitán, Conrad Howard (Joe Pantoliano), lo que les lleva a convertirse en fugitivos de la Justicia.