El paso de los migrantes por la selva del Darién es controlado por El Clan del Golfo, una banda criminal que ha pasado por varios nombres y que ahora tiene su mirada puesta en el tráfico ilícito de migrantes por ser una actividad muy rentable. Y es que estos criminales cuentan con organizaciones fachadas como hoteles, restaurantes y medios de transporte acuáticos, guías y cientos de personas que trabajan con ellos.
Willie Bermúdez: jamás he tenido de cliente al Gobierno
El director general del Senafront, Oriel Ortega, reveló en el programa En Contexto con Adela Coriat que han tenido encuentro con las estructuras del Clan del Golfo de lado colombiano a 12 kilómetros de la frontera con Colombia, es decir, territorio panameño.
Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) son el brazo político del Clan del Golfo y se extienden a distintas esferas de la vida regional. Y es que a través de ellos que tratan de hacer diálogos con el Gobierno Colombiano, que hace un mes decidió levantarse de la mesa en la que participaban las Autodefensas Gaitanistas, precisamente porque el Clan del Golfo continúa haciendo acciones hostiles contra la fuerza pública y la ciudadanía en Colombia.
Dado esto, el Senafront mantiene más de 300 hombres de las fuerzas especiales ejerciendo control territorial con el fin de evitar que estos criminales tengan presencia permanente en Panamá.
En los primeros meses de este año se ha alcanzado el número récord de más de 100,000 personas cruzando el Darién, esto significa, seis veces más que las que llegaron en el mismo periodo de 2022.
Las autoridades panameñas estiman que el 2023 podría cerrar con más de 400 mil personas cruzando por Darién, tomando en cuenta, el desplazamiento sin precedentes a través de las Américas.