Carlos Berguido, presidente de la Asociación Bancaria de Panamá, detalló el estado actual del sistema bancario del país y la cultura de pago del panameño, destacando su solidez histórica y su relevancia internacional, señalando un desafío legislativo clave que requiere atención urgente.
Berguido reconoció que el periodo de la pandemia fue una excepción difícil, donde una moratoria obligatoria "ayudó a desmejorar, a diluir un poco esa cultura de cumplimiento". Sin embargo, afirmó que "se ha recuperado", atribuyéndolo a que Panamá es "un país de gente responsable" y a que los bancos trabajan "hombro con hombro" con sus clientes para otorgar préstamos que puedan ser pagados y reestructurarlos si es necesario, siempre adecuándose a la necesidad del cliente.
Sistema bancario
El presidente lo describió como el único sistema bancario de toda América comparable con Estados Unidos en cuanto a un porcentaje tan alto de panameños que tienen cuenta de ahorros y depositan en el sistema. A todo esto, Berguido resaltó que el 35 % de los depósitos que alimentan a los recursos del sistema provienen de depositantes que no residen en el país, marcando diferencia en la parte internacional.
Berguido recordó que, según un estudio del Foro Económico Mundial hasta 2019, los bancos de Panamá eran considerados "entre los 20 o 25 del mundo más sanos y más sólidos", tan sólidos como los de algunas jurisdicciones europeas, contribuyendo a los estándares de calidad de vida y el acceso al bienestar en el país, que no son comparables con lo observado en muchos países de América Latina.
También destacó que la banca "no recibió absolutamente ningún tipo de apoyo económico" ni del Estado ni de nadie durante la crisis, sino que tuvo la capacidad de enfrentarla por sí misma debido a que se maneja con "muchas reservas de liquidez y con mucha prudencia" porque el banquero panameño es prudente y conservador.
A diferencia de otros países, el presidente declaró que Panamá no tiene herramientas como préstamos ilimitados o la capacidad de imprimir dinero para hacer frente a crisis y los bancos en este sistema saben que "no tienen un papá que les va a venir a pagar las cuentas", pero la prioridad número 1, 2, 3, 4 y 5 es "siempre garantizar la solvencia de los depósitos de sus clientes".
Rendimiento reciente
Berguido indicó que la banca panameña tiene la característica de que rara vez encontrarás respuestas negativas sobre su desempeño, teniendo una tradición de "mejorar siempre y siempre ir en ascenso", ejemplificando que los resultados en términos de depósitos, muestran un crecimiento continuo y al cierre del primer trimestre de este año, el Centro Bancario Internacional tenía más de 111 mil millones de dólares en depósitos.
Para el presidente, el logro más importante es seguir creciendo en la confianza de las personas que deciden poner su dinero en manos de un banquero en Panamá.
Tasas de interés
Berguido señaló que en el país son "más bajas que en cualquier otro país de América Latina" e incluso están más bajas que las tasas disponibles para clientes en Estados Unidos. En cuanto a las tasas de interés hipotecario comercial, el presidente comentó que el promedio actual está en torno a un 6.25 %, equiparable al de Estados Unidos.
Ley de interés preferencial
Berguido abordó la situación con la nueva ley de interés preferencial, que subrogó a la norma anterior (Ley 3 de 1985), explicando que si bien se hicieron modificaciones a solicitud de los promotores de vivienda para reactivar el sector, la Asociación Bancaria de Panamá recomendó cambios puntuales, detectando inconsistencias que limitan la capacidad de este instrumento para generar movimiento económico y préstamos.
Por último, el presidente recalcó que el problema "más importante" detectado es que la derogación de la ley anterior dejó una situación de "duda muy grande" a más de 8,500 préstamos que quedaron en trámite bajo la ley vieja, sumando un total por desembolsar de más de 500 millones de dólares, subrayando la necesidad de atender esa modificación para dar seguridad jurídica a bancos e instituciones encargadas (registro público, notarías, MEF) y permitir que esos préstamos sean desembolsados e inyecten dinero a la economía del país.