Las recientes declaraciones sobre el Canal de Panamá del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump parecen haber despertado un nacionalismo dormido para algunos y un resentimiento para otros. ¿Qué hay pa' mi del Canal? ¿Por qué no recibo dineros directos? son algunas de las interrogantes planteadas por varios sectores.
¿Cómo podemos reconocer el impacto del Canal? Cada acción de intervención cultural, o de visita a sus maravillas esclusas por un grupo de estudiantes debe ser motivación para seguir, para entender cómo las vidas de estos jóvenes es afectada de manera tan trascendental. No se trata de solo evaluar el momento financiero pero también la envergadura de los acontecimientos. ¿Qué pasaría si el canal ve diezmada su producción?
El Canal y sus aportes al país
Aportes financieros al Estado por más de $2,500 millones de dólares con creación directa de empleos muy bien remunerados creando un canal de informales que indirectamente también se benefician del Canal.
Ya conocemos los números y son impresionantes: 6% del comercio mundial conectando al productor mundial por excelencia - China - con la costa este de los Estados Unidos de América o una de las regiones de mayor poder adquisitivo del planeta.
En 2016 se estrena el Canal expandido para dar la cabida a los busques neo panamax y con eso se rompen paradigmas que quizás algunos de nosotros jamás pensó ver: el tamaño, la velocidad, la huella de carbono - todo trabajando en pro de algo diferente en el Canal de Panamá.
El Canal se manejó como una organización sin fin de lucro hasta 1999 cuando pasa a manos panameñas. Hasta ese entonces se ajustaba el precio de los pasajes que se cobraban por cada barco en lo necesario para crear reservas y funcionar de manera simple y sencilla. Toda vez transferido, el Canal se convierte en un vital apoyador del presupuesto del Estado aportando poco más de $28 mil millones de dólares en 25 años. En estos 25 años, esos fondos se han utilizado como parte esencial del presupuesto del estado - representarían los aportes un 9% del total de ingresos necesarios para ejecutar.
El agua que se toma en la ciudad, la energía que se consume en casa, los eventos culturales, los sueños de los niños de aspirar a más: el Canal de Panamá toca la vida de todos. Por eso cuando Peter Hegseth y otros insinúen que el Canal debe ser de otros, o debe asignarse a una administración diferente pues sólo tenemos una alternativa: unirnos como el pueblo soñador que somos y el pueblo batallador que debemos ser. Y defender lo nuestro. A capa y espada.