El crecimiento económico en Panamá ha ocurrido en gran medida gracias a la combinación de capital y trabajo de mucha gente por espacio de dos décadas. El economista Carlos Araúz, considera que este crecimiento está perdiendo su fogosidad y su estímulo porque hemos dejado por fuera de la ecuación, los componentes que impactan de manera relevante factores de productividad, como la gestión del talento, las capacitaciones y el desarrollo humano.
Araúz explicó que la región latinoamericana, asigna pocos fondos en relación con otras económicas de países emergentes. Por casi 20 años, la inversión en materia de R&D no ha pasado de 0.8% del producto interno bruto, mientras que los países emergentes están casi doblando lo que invertían a principios de siglo.
Panameños buscan un banca más humanizada
Los expertos coinciden que vivimos en un mundo donde los intangibles, dominan todo tipo de inversiones que usualmente se traducen en progreso o en beneficio financiero. Según Araúz, esta tendencia trae serias consecuencias para la gestión de políticas públicas en materia de financiamiento, competencia o desigualdad.
El desafío de crecimiento pasa por la innovación, tanto en lo estatal como en lo privado. "Sólo así podremos aspirar a más sostenibilidad en el crecimiento que todos anhelamos", puntualizó Carlos Araúz.