¿Boicotear para "enviar un mensaje" o viajar a Catar 2022 para "ver uno mismo" lo que ocurre? Los aficionados del mundo entero abordan el primer Mundial organizado en un país árabe con preocupaciones, pero el escepticismo de muchos hinchas europeos es menos palpable en otras regiones del planeta.
Haciendo referencia al número de muertos en las obras de las infraestructuras para el torneo, difícilmente cuantificables, este fan resume con esta frase su posición de boicot total al torneo.
Esta decisión individual no se traslada a la de su colectivo de hinchas, que ha decidido no posicionarse.
Como Fabien Bonnel, numerosos aficionados han elegido boicotear el torneo, especialmente en Alemania, donde varios grupos ultras, entre otros los del Borussia Dortmund, han mostrado en los últimos días su posición contra Catar a través de pancartas en los estadios.
Misma situación para '3LionsPride', un grupo de hinchas inglés para aficionados LGBTQ+, que no se desplazará: "Esperamos guardar silencio mientras que la FIFA nos anima a respetar una cultura que no acepta las voces, haciendo un llamamiento a 'un evento limpio sin homosexuales ni perturbadores'. La hipocresía es repugnante".
Estas renuncias no han impedido al comité de organización lograr el pleno, vendiendo 2,89 millones de entradas de 3,1 disponibles, según el balance de mediados de octubre.
- Presupuesto -
A pesar de las preocupaciones, éticas o presupuestarias, los hinchas viajarán de manera masiva a Catar desde América Latina, con 70.000 mexicanos y 30.000 argentinos, según fuentes diplomáticas.
Uno de los líderes de los fervientes seguidores mexicanos, el famoso Caramelo, es también consciente de que estará prohibido "introducir alcohol" en el país, pero está orgulloso de su amplia delegación, a pesar de que tenga que pagar tres o cuatro veces más caras las 'chelas' (cervezas).
El coste del viaje es otro de los grandes problemas. David Cebollada, presidente del principal grupo de aficionados de España, calcula en unos 7.000 euros (7.002 dólares) el viaje más sencillo, con un alojamiento "en pequeñas casas prefabricadas".
"Esto ha desanimado a muchos de nuestros miembros", lamentó este hincha de 48 años. "Pero boicotear no me parece lo correcto. Es cosa de los responsables, de los políticos, los que decidieron atribuir el Mundial a este país", explicó a la AFP.
Daniel Ruhe, un fan alemán de 38 años, ve en este Mundial de talla humana la oportunidad de "experimentar varios partidos y varias culturas cada día".
"Si usted mira las condiciones en las que se han celebrado los últimos Mundiales, tendría razones para boicotearlos a todos", añadió este informático, que intentará ver 14 partidos en ocho días.
- Impaciencia -
"No quiero ser estigmatizado porque voy, que vaya no quiere decir que lo apoye", subrayó.
Más allá de las polémicas, el Mundial de Catar será una ocasión única para los fans del Oriente Medio de vivir el evento cerca de su casa.
"Las críticas son duras. Las perspectivas culturales en Europa son diferentes a las de nuestra región. No es lógico cambiar nuestra cultura solo por la Copa del Mundo", añadió.