Unos 80.000 manifestantes, entre ellos más de 6.000 en París, se movilizaron contra el pasaporte sanitario en Francia, por el covid-19, por el décimo sábado consecutivo, según el ministerio del Interior.
Había muchos empleados de los servicios de salud, obligados desde el miércoles a vacunarse para poder trabajar.
La obligación de vacunarse contra el covid-19 entró en vigor para 2,7 millones de profesionales de la salud en hospitales, centros geriátricos, bomberos, conductores de ambulancias, empleados que cuidan personas a domicilio y médicos y personal de salud privados.
"No me vacuné, ni en sueños, y dimití" como funcionaria, dijo.
El presidente francés Emmanuel Macron anunció el jueves la posible reducción de algunas medidas sanitarias donde le virus circule menos.
Francia, que tiene unos 67 millones de habitantes, superó la barrera de 50 millones de personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna.
El pasaporte sanitario, que certifica una pauta completa de vacunación contra el covid-19, un test negativo o una recuperación reciente de la enfermedad, es obligatorio en hospitales --salvo en las unidades de urgencias--, bares, museos, cines y grandes centros comerciales, entre otros lugares.
También deben poseerlo las personas que trabajan en contacto con público.