El senador y campeón filipino del boxeo, Manny Pacquiao, presentó hoy ante la Cámara Alta de Filipinas tres propuestas de ley con las que pretende reimplantar la pena de muerte en el país.
El proyecto legislativo surge después de la reunión que el pugilista mantuvo el lunes pasado con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, otro partidario de levantar la moratoria que impuso en 2006 la entonces jefa del Estado, Gloria Macapagal Arroyo.
Duterte "realmente quiere que se vuelva a imponer la pena de muerte, y por supuesto, yo también lo quiero", declaró Pacquiao, al tiempo que defendió la campaña contra la delincuencia que impulsa el mandatario.
Más de 500 delincuentes han muerto en Filipinas desde que Duterte ganó la carrera presidencial, en mayo, según datos de los medios locales.
"Estoy preocupado porque soy padre. Me preocupa que los crímenes y las drogas no se resuelvan. Quizás, es mi opinión, si tuviéramos otro presidente distinto y la campaña antidrogas no fuera tan intensa, no hubiéramos sabido cómo de grande es el problema que tiene Filipinas con las drogas", dijo el senador.
El campeón filipino, cristiano practicante, ha declarado en varias ocasiones que la Biblia contempla la pena de muerte.