El Gobierno de Panamá anunció este viernes que propuso a un grupo económico de los empresarios panameños Waked, sancionados en EE.UU. por supuesto lavado de dinero, desligarse de una propiedad para “salvarla” de las penalidades de las autoridades norteamericanas.
“Todos los documentos necesarios para la ejecución de esa solución están en manos de los accionistas”, ahora, es su decisión “salvar a la empresa”, sostuvo, y aseguró que la idea fue “negociada” antes por el Gobierno, sin detallar.
Este miércoles, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EE.UU. anunció la inclusión del Grupo Félix Maduro en las excepciones dentro de las sanciones a la familia de empresarios panameños Waked.
En un comunicado, la OFAC informó de la inclusión de Félix B. Maduro S.A., Importadora Maduro, S.A. y Maduro Internacional, S.A. dentro del grupo de empresas para las que se han levantado licencias al constatar que el Gobierno de Panamá está tratando de desvincularlas de los Waked.
La OFAC “entiende que el gobierno de Panamá está trabajando para romper los vínculos de propiedad y de control que tiene la Organización Waked de Blanqueo de Capitales como Narcotraficantes Especialmente Designados sobre el Grupo Félix Maduro en un esfuerzo por proteger los sistemas financieros de Panamá y Estados Unidos del abuso”, indicó.
Por tanto, la excepción busca dejar el camino libre para que personas no estadounidenses participen en transacciones necesarias “para facilitar la remoción de la propiedad y del control” de los Waked.
El ministro panameño insistió hoy en que esta propuesta busca garantizar los empleos que genera la cadena de almacenes, y recordó que el Gobierno de Panamá, a través de una comisión que él lidera, trabaja “para salvaguardar la mayor cantidad” de puestos de trabajo en las empresas señaladas, que en Panamá ofrecen unas 4.000 plazas.
El Tesoro estadounidense incluyó el pasado 5 de mayo a Nidal y Abdul Waked, y varios miembros de la familia, en la denominada Lista Clinton y les sancionó por gestionar una red mundial de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico a través de un entramado empresarial compuesto por 68 compañías.
La inclusión en la lista negra es una especie de “muerte comercial” e implica, entre otras medidas, la congelación de todos los activos de la familia en Estados Unidos y la prohibición de realizar transacciones financieras a ciudadanos estadounidenses con las empresas implicadas en la trama.
Desde el anuncio, varios de los comercios incluidos, entre estos Félix B. Maduro y la cadena de “duty free” La Riviera, reciben de sus clientes solo efectivo o cheque, debido a la ruptura de contrato con los bancos que permitían el uso de tarjetas de débito o crédito.
Nidal Waked fue detenido el pasado 5 de mayo en Colombia, requerido por una corte de Florida por las mencionadas acusaciones, mientras que Abdul, su tío, se ha desligado del caso y ha dicho que sus negocios no están relacionados con los de su sobrino, y anunció el inicio de acciones en EE.UU. para probar que los señalamientos en su contra carecen de fundamento.
Recientemente, el empresario Abdul dijo en una entrevista con un medio local panameño que estaba siendo presionado por el Gobierno para vender rápidamente sus propiedades, algo que, dijo, “es imposible”.
“Que el Gobierno sepa que quiero hacer las cosas correctamente pero no me pueden estar presionando tanto”, sostuvo, y, además de defender con argumentos su inocencia, dejó entrever que puede haber sectores beneficiados de que él se deshaga de sus bienes.
El conglomerado de los Waked incluye desde centros comerciales, inmobiliarias y bancos, hasta medios de comunicación, tiendas libres de impuestos y negocios en la Zona Libre de Colón (ZLC), la zona franca más grande del continente.
EE.UU. ha levantado licencias a otras de las compañías, entre ellas están los diarios La Estrella y El Siglo; y por otro lado el banco Balboa Bank & Trust y su casa de valores Balboa Securities, en los que tiene acciones Nidal Waked.