Un mes después del devastador terremoto que destruyera varias ciudades de la costa centro de Ecuador, miles de personas cuyos hogares fueron destruidos y quedaron sin rumbo por las calles, sobreviven hurgando la basura en busca de hierro o de algo de valor para venderlo y no pasar hambre.
En Pedernales, una ciudad de 40.000 habitantes cerca del epicentro del terremoto, la reconstrucción es un sueño lejano. Sólo un tercio de los escombros se han removido de las calles destruidas.
El terremoto se produjo cuando Ecuador ya se encontraba en una de las recesiones más profundas de América Latina. El presidente Rafael Correa ha elevado los impuestos para financiar la recuperación, pero dice que tomará años para reconstruir las ciudades costeras y centros turísticos destruidos por el sismo.