El alto el fuego en Siria parecía aguantar el martes tras su entrada en vigor el día anterior, pese las violaciones menores esporádicas, indicaron activistas opositores rusos y grupos de supervisión. Se trata de un nuevo intento de Estados Unidos y Rusia de llevar algo de calma a la devastadora guerra civil, iniciada hace seis años.
Es el segundo intento este año de reducir la violencia en Siria, donde más de 250.000 personas murieron y la mitad de sus 11 millones de habitantes se vieron desplazados en cinco años y medio de guerra. La tregua del pasado febrero se derrumbó a los pocos días.
La primera semana de la tregua será crucial. En ese tiempo deben detenerse todos los combates entre las fuerzas del presidente de Siria, Bashar Assad, y los rebeldes. Sin embargo, las fuerzas de Assad pueden mantener los ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico y milicianos vinculados a Al Qaeda.
Si la calma aguanta siete días, Estados Unidos y Rusia establecerían un nuevo centro de cooperación para desarrollar estrategias conjuntas en la lucha contra el grupo Jabhat Fatah al-Sham, vinculado a Al Qaeda y antes conocido como Frente Nusra.
Según los términos del acuerdo, las fuerzas de Assad no deben bombardear a la oposición siria. La fuerza aérea siria ha empleado bombas de barril contra zonas civiles con el argumento de atacar a milicianos.
Por el momento, "la calma prevalece en todas las zonas", dijo Ahmad al-Masalmeh, activista opositor afincado en la provincia sureña donde comenzó la crisis siria en 2011.
En la ciudad norteña de Alepo, donde se han concentrado los combates en los últimos meses, activistas de oposición dijeron que las zonas en manos rebeldes estaban tranquilas el martes por la mañana pero que muchos estaban refugiados en sus casas y temían salir a la calle. Por el momento ninguna ayuda humanitaria, también contemplada en el acuerdo de cese el fuego, había llegado a la zona en disputa, dijo el activista Baraa al-Halaby.
La agencia estatal de noticias SANA informó de tres proyectiles rebeldes lanzados contra el barrio de Mallah, controlado por el gobierno en Alepo.
La situación era "calmada" en la mayoría del país, indicó Rami Abdurrahman, del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, aunque se registraron infracciones menores en la provincia central de Hama.
Los Comités de Coordinación Local, otro grupo activista, informaron de algunos proyectiles lanzados en Alepo y en la región sureña de Quneitra, mientras que los medios estatales dijeron que se habían producido "rupturas" del cese cometidos por rebeldes en la disputada ciudad de Alepo.
Los ideólogos del acuerdo esperan que abra camino para un periodo prolongado de moderación que pueda servir como base para conversaciones de paz. Al entrar en vigor el alto el fuego, Kerry instó a las facciones rebeldes sirias a distanciarse de los milicianos vinculados a Al Qaeda.
Por otro lado, ejército sirio dijo el martes que sus tropas han derribado dos aeronaves israelíes —un avión de combate y un dron— cerca de la zona que controla Israel en los Altos del Golán.
El ejército israelí se apresuró a desmentir la afirmación siria, señalando que "se lanzaron dos misiles tierra-aire desde Siria tras la misión nocturna contra posiciones sirias de artillería", pero que la seguridad de las naves israelíes no se había visto comprometida.
El incidente es el quinto desde la semana pasada, cuando los combates en Siria se extendieron a Israel, y el primero desde la entrada en vigor de la tregua.