Más de 144 millones de brasileños comenzaron a votar el domingo para elegir a sus alcaldes y concejales municipales, en unos comicios que servirán de prueba para las presidenciales de 2018.
Un total de 144.088.912 brasileños están habilitados para votar. La comparecencia es obligatoria para las personas de 18 a 70 años que saben leer y escribir; es opcional para los de 16 a 18 años (1,61% del total), los mayores de 70 (7,87%) y los analfabetos (4,85%), según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó el mayor país de Latinoamérica desde 2003 hasta el 31 de agosto cuando fue destituida Rousseff, puede ser uno de los que más terreno pierda en estos comicios marcados además por violencia contra candidatos.
También son los primeros comicios como presidente para Michel Temer, el sustituto conservador de la exmandataria, quien fue especialmente madrugador y acudió la oficina electoral que le corresponde en Sao Paulo incluso unos minutos antes de la apertura de las puertas.
Con jersey gris y camisa, el líder del centrista PMDB -que completará el mandato hasta 2018- llegó sonriente y acompañado de su equipo de seguridad ante la expectación de los periodistas.
Precisamente en Sao Paulo y Rio de Janeiro, las dos mayores ciudades del país, es donde la lucha por los votos se prevé especialmente apretada, lo que hace muy probable una eventual segunda vuelta el 30 de octubre, al igual que en otros municipios con más de 200.000 electores en los que ningún candidato obtenga el 50%+1 de los sufragios.
La votación se llevará a cabo en los 26 estados de la Federación, aunque no en Brasilia (el Distrito Federal), que tiene gobernador pero no ediles.
El cierre de las oficinas electorales está previsto para las 17H00 locales (20H00 GMT).