La ambientalista Raisa Banfield, no escatimó críticas hacia la gestión ambiental y la planificación urbana en Panamá. Banfield denunció que la falta de planificación adecuada y la opacidad en la administración pública están exacerbando los riesgos ambientales y sociales, con consecuencias que podrían ser devastadoras para el país.
Problemas en la reubicación de comunidades
También criticó la reciente reubicación de la etnia Guna que habitaba la isla Gardí Sugdub, afirmando que el proceso se realizó de manera deficiente y sin considerar las verdaderas necesidades y condiciones de la población afectada. Según Banfield, la falta de planificación adecuada ha resultado en soluciones urbanísticas inapropiadas, como la construcción de barrios que no se ajustan a las realidades de los residentes.
Banfield también se refirió a la falta de preparación frente a los riesgos asociados con el cambio climático y el aumento del nivel del mar. Criticó los proyectos de infraestructura que se desarrollan en áreas vulnerables, sin considerar las consecuencias a largo plazo, como la pérdida de manglares y la creciente exposición a inundaciones en ciudades como David y Boquete.
"Tenemos pérdida de manglares, no solamente en Ciudad de Panamá, sino en el área de David, Chiriquí. David es todavía más riesgoso su condición de estar bajo el nivel del mar, a nivel del mar, rodeado de humedales"
Opacidad y corrupción en la gestión pública
La ambientalista denunció la falta de transparencia en la gestión pública y cómo esto afecta directamente la calidad de los servicios básicos. Desde la gestión de los centros educativos hasta la falta de medicamentos en los centros de salud. Resaltó que la falta de rendición de cuentas está socavando el bienestar de la población. Subrayando que el desvío de recursos están agravando la desigualdad y la pobreza en el país.
Impacto de la emergencia ambiental en Cerro Patacón
Finalmente, Banfield abordó la situación en Cerro Patacón, destacando la falta de atención adecuada a los problemas ambientales en la mina. A pesar de las declaraciones de emergencia, la respuesta ha sido insuficiente y las consecuencias, como la mala calidad del aire, siguen afectando a la población.