El biólogo marino, Xavier Ow Young, integrante de la organización Sea Turtle Conservancy, alertó sobre el peligro crítico de extinción que enfrenta la tortuga carey en Panamá, y destacó el rol histórico del país en la disminución de esta especie en la región del Caribe.
Respecto a la tortuga canal, la más grande de las especies marinas con un caparazón de hasta dos metros, Ow Young indicó que Panamá cuenta con santuarios en Bocas del Toro y la comarca, zonas clave para la conservación regional.
Aunque la tortuga carey debería estar presente también en el Pacífico panameño, actualmente solo se encuentran ejemplares en áreas como Coiba, donde la especie está casi extinta. En cambio, la tortuga canal, aunque en estado vulnerable, está algo más conservada en la región de Bocas del Toro.
Panamá y el reto de conservar la tortuga carey en el Caribe
Ow Young enfatizó que la protección de estas especies debe ser un trabajo constante y de largo plazo: “No se pueden proteger solo un año, sino que debe ser un esfuerzo continuo de más de 25 años para ver resultados”. Sea Turtle Conservancy concentra sus esfuerzos en Bocas del Toro, la comarca y la zona de Donoso, involucrando a comunidades indígenas en la conservación.
“Costa Rica lleva ventaja en esta área, pero Panamá ha avanzado gracias a la Red Panatortugas, que logró la aprobación de una ley para la protección de tortugas marinas, enfocándose en su cuidado desde huevo hasta adultez”, añadió.
El biólogo marino resaltó que el Caribe panameño no solo es fundamental para que las tortugas depositen sus huevos, sino también para su alimentación y ruta migratoria. Las tortugas que llegan a Panamá, especialmente cerca de Changuinola, también se desplazan hacia el Golfo de México y Canadá. “Las tortugas carey prefieren las playas panameñas para anidar porque regresan al lugar donde nacieron”, concluyó Ow Young.