Panamá, 21 de Mayo de 2020.
Es imposible pensar que el despertar en el nuevo normal de los negocios en Panamá será como regresar a febrero de 2020.
Los cambios han sido drásticos y van desde cómo nos movemos en la ciudad hasta cómo nos saludamos. Desde lo más básico y fundamental como ir al supermercado hasta lo más refinado como ir a un buen restaurante. ¿Cómo se maneja un negocio sin generación de efectivo, de dinero para cubrir con el pago de los más básicos servicios? La pandemia ha dejado en evidencia que muchos negocios se manejan como personas naturales: esperando el 15 y el 30 para pagar y sobrevivir; con el desempleo seguramente excediendo el 15% en cuestión de semanas pues como se las ingenian los diversos negocios para subsistir.
Los desafíos están en cada esquina:
- Protocolos de aperturas jamás antes vistos e increíblemente diversos: restaurantes tendrán seguramente diferentes procedimientos a un taller de mecánica. ¿Y qué de la micro o pequeña empresa? No se puede pretender que estos últimos hagan las inversiones que sus hermanos más grandes pueden hacer. Si no se cumplen con los protocolos, pues no se abre y se desaparece.
- Acceso al dinero: los bancos serán más conservadores y cuidadosos que nunca y la única forma que vemos la reactivación de la rueda crediticia bajo circunstancias insólitas es contando con el apoyo del gobierno a través de la emisión de una gran garantía soberana. No tendremos un banco de último recurso pero sí tenemos un estado que tendrá que encarar esta dura realidad.
- Ajustes al modelo de negocio: muchas quejas en redes sociales porque los sistemas on line de venta de reconocidas empresas no son iguales a los de Amazon. Pero, qué esperábamos en un ambiente comercial que se sentía cómodo en el pasado donde la visita a la tienda era la experiencia? Bueno, el Covid ha servido para empujar a muchos en la dirección del comercio electrónico…de igual manera es difícil competir contra Amazon cuando se necesitan salvoconductos para tener al personal en la distribución y entrega de mercancía o solo se puede hacer en ciertas horas de ciertos días a la semana. ¡tremendo desafío!. Otros modelos de negocios como restaurantes han ido al delivery o al take out para salvarse; estas variedades solo sirven para cubrir con suerte planillas y gastos operativos.
- Alquileres, planillas, impuestos, tasas impositivas: estos desafíos atentan contra el normal funcionamiento de cualquier empresa…nuevamente es probable que para algunos no haga sentido abrir nuevamente y sencillamente se limiten a procurar el pago de algunas obligaciones patronales.
- Nuevas ventas: desde el miedo por ir al cine hasta la imposibilidad de moverse con tranquilidad, anticipamos que el nuevo normal no permitirá que las ventas lleguen remotamente a donde estaban proyectadas a principio de 2020. En el nuevo normal se impone la creatividad, la astucia y la habilidad para innovar y para ganar tiempo. Las asesorías financieras, laborales, fiscales serán de vital importancia para darse algún chance de sobre vivir corporativamente hablando.
- Otros desafíos incluyen la automatización, el uso de menos mano de obra, así como los cambios tecnológicos y hasta de necesidad de espacio: el teletrabajo llegó para quedarse lo que implica un desafío humano enorme: ¿cómo balancear casa y trabajo desde el mismo espacio físico que se comparte con hijos, pareja, etc.?
La vacuna está aún lejos y por ende tenemos la mayúscula responsabilidad de cuidarnos, evitar el colapso de nuestro sistema sanitario y al mismo tiempo velar porque la economía no sufra innecesariamente por deseos de protagonismo o intereses políticos
FUENTE: Redacción Eco