El Casco Antiguo de la ciudad de Panamá y el populoso barrio de El Chorrillo tienen su propio guardián. Fray Javier Mañas es un ejemplo de servicio: combina su vocación religiosa con una clara sensibilidad social, preocupado por los marginados, los ancianos desprotegidos, y las comunidades vulnerables.
Fray Javier Mañas, hoy párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Merced, recuerda el trabajo que se realizó para lograr la apertura permanente de los templos en Casco Antiguo.
"Una vez viendo esta realidad, un dolor y un sufrimiento, al ver todos estos edificios que contemplan estas iglesias en el Casco Antiguo, pues bueno, que sí, que se ha hecho un esfuerzo en arreglar todos los edificios, la restauración, pero como que estaban... estaban cerradas", señaló.
Su trabajo enfocado entre los corregimiento de San Felipe y El Chorrillo, según sus propias palabras, ha sido complementado. Fray Javier inició su labor pastoral sobre en la parroquia Parroquia Nuestra Señora de Fátima, ubicada en el barrio El Chorrillo, un sector con desafíos sociales importantes.
"Cuando uno llega, Fátima se establece, vamos viendo el trabajo. Llega un momento en que me tengo que hacer cargo de esta parte de aquí, como yo digo, del viejo testamento, porque mi vida la paso en el nuevo testamento, que es El chorrillo, y por la tarde vengo al viejo testamento, que es La Merced. Entonces complementamos esas dos partes", rememoró.
Sus inicios en El Chorrillo
Su llegada a El Chorrillo fue una tarde lluviosa, ubicándose en un apartamento del populoso barrio, y en el que ha dedicado parte de su vida a atender personas en situaciones de vulnerabilidad.
"Cansado, exhausto, con un aguacero, que yo pensaba que nos íbamos a salir de la carretera, porque era charco, y charco, y charco, un aguacero muy intenso, un palo de agua, como decimos aquí. Y entonces, bueno, pues llego a casa, El Chorrillo, me instaló en una habitación, una habitación que daba hacia la calle 26", sostuvo.
Fray Javier también ha liderado obras sociales de impacto real, dirigiendo el Hogar de Ancianos San Pedro Nolasco, que acoge a personas mayores sin cobertura social.
"Está también el Centro de Formación Integral, Nuestra Señora de la Merced, que es educación, dar una educación de calidad y cuantitativa, desde los 2 años hasta los 14 años, donde atendemos una población también de 680 alumnos, donde les brindamos alimentación, educación, una educación integral y formal", relató.
Además, su labor espiritual y comunitaria buscaba “educar a los niños en el respeto hacia los ancianos” como parte de un modelo de convivencia intergeneracional en un entorno difícil.
En 2022 fue declarado “Hijo Meritorio del Distrito de Panamá”, en reconocimiento al apoyo brindado por su parroquia y su orden a habitantes de El Chorrillo, especialmente tras los eventos del 20 de diciembre de 1989 (la invasión estadounidense a Panamá), cuando muchas personas buscaron refugio en la iglesia.



