El 10 de septiembre, en conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, Yadira Boyd, directora del Instituto Nacional de Salud Mental (INSAM), destacó los recientes esfuerzos y desafíos en la lucha contra el suicidio en Panamá.
Preocupante aumento en los casos de suicidio
Los datos recientes muestran un aumento alarmante en los suicidios, ciudades como Panamá y Chiriquí encabezan la estadística.
Antes de la pandemia se reportaban entre 80 y 100 casos anuales, en 2023 se registraron entre 120 y 200 suicidios, y este año ya el numero ya va por más de 200 casos. El rango etario de los afectados son adolescentes y adultos jóvenes.
Impacto del uso de sustancias
Boyd también abordó el impacto del consumo de sustancias, como el alcohol, en la salud mental. A pesar de su legalidad, el alcohol deprime el sistema nervioso central y puede exacerbar problemas afectivos, como la depresión y la tristeza.
El uso de estimulantes puede intensificar los pensamientos suicidas y aumentar el riesgo de suicidio.
El papel de la tecnología y el aislamiento social
En la era digital, Boyd observó que la interacción social se ha reducido, con celebraciones y contactos a menudo limitados a mensajes de texto o llamadas telefónicas.
Este cambio en los lazos afectivos, sustituyendo el contacto físico por la tecnología, puede afectar negativamente el bienestar emocional de las personas.
Compromiso y apoyo comunitario
La pandemia ha puesto de relieve la necesidad de abordar la salud mental con mayor seriedad. Boyd mencionó el compromiso de la primera dama y el apoyo de la comunidad para promover la salud mental.
El INSAM se dedica a ofrecer servicios a toda la población, incluyendo panameños, extranjeros y turistas, aunque actualmente solo puede atender a adultos mayores de 18 años. El Hospital San Miguel Arcángel está trabajando en ampliar su capacidad para ayudar a esta población afectada por el suicidio.
Importancia de la comunicación y la prevención
Para prevenir el riesgo de suicidio, Boyd instó a la población a hablar abiertamente sobre sus problemas con amigos, familiares o tutores. La comunicación y el apoyo social son cruciales para intervenir y brindar ayuda a quienes lo necesitan.
En resumen, Panamá está tomando pasos importantes para mejorar la prevención del suicidio y el abordaje de la salud mental, pero la colaboración continua y el compromiso de toda la sociedad son esenciales para enfrentar estos desafíos.