La Universidad de Panamá (UP) condenó este lunes la agresión y represión de parte de unidades de la Policía Nacional contra estudiantes, al tiempo que alertó sobre allanamientos realizados en residencias de al menos cuatro estudiantes universitarios, algunos de ellos dirigentes, así como la detención de dos jóvenes.
Ante esta situaciones, el rector indicó que se evalúa la posibilidad de interponer denuncias ante el Ministerio Público contra la Policía Nacional.
En sus declaraciones, la autoridad universitaria narró que un oficial de la policía tuvo un intercambio de palabras con estudiantes que terminó en empujones y golpes.
Flores agregó que la joven respondió a la agresión del oficial, lo que generó la intervención de sus compañeras. "Las demás estudiantes la defendieron porque el oficial estaba golpeándola mientras ella se manifestaba pacíficamente en rechazo a la llegada del señor Marcos Rubio", explicó.
Denuncian bloque a la casa de estudios
Asimismo, el rector denunció que las autoridades policiales bloquearon las salidas de la universidad el mismo día del incidente. "Tratamos de mediar con el director de la policía, pero nos dio la espalda y nos dijo que no tenía más nada que discutir con nosotros", afirmó.
Sobre este tema, Gilberto Marulanda, defensor de los derechos de los universitarios, emitió un comunicado rechazando los hechos.
"Nos dirigimos por este medio a la faz del país para denunciar enérgicamente la represión cometida por la Policía Nacional en los predios universitarios. La agresión a una estudiante y el asedio policial durante el fin de semana constituyen una cadena de hechos que merecen el rechazo de la comunidad académica y la sociedad panameña. Evaluamos la posibilidad de interponer una denuncia ante la Procuraduría de la Nación".
Marulanda exigió el cese inmediato de las requisas y el respeto al derecho a la protesta pacífica.
En tanto, el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (Apudep), José Álvaro, expresó su condena a los hechos y rechazó la postura de la Policía Nacional.
Álvaro comparó la situación con el cerco de 1958 y afirmó: "No avalamos la violencia, pero tampoco aceptamos que la universidad sea secuestrada por la policía".
Los recientes incidentes han generado gran preocupación en la comunidad universitaria y mantienen en alerta tanto a estudiantes como a las autoridades académicas, quienes exigen respuestas y justicia frente a estos hechos.