José Álvaro, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (UP), destacó los principales desafíos que la casa de estudios enfrenta en su intento por reanudar las clases. La Universidad de Panamá, con cerca de 100 mil estudiantes, lucha por adaptarse a la creciente demanda educativa con una infraestructura que data de 1953. A pesar de ser la única universidad presente en todo el país, con 10 centros regionales, 4 extensiones y más de 27 anexos, su espacio físico sigue siendo insuficiente.
Explicó que, a pesar de los esfuerzos para mantener la educación, la universidad aún enfrenta limitaciones para acceder a los avances científicos y tecnológicos que son esenciales para la formación de los estudiantes.
Infraestructura y recursos
El presidente de la Asociación de Profesores enfatizó que uno de los mayores requerimientos es la mejora de la infraestructura y la adquisición de equipos tecnológicos para mantener una educación de calidad.
Aunque algunos programas como medicina, odontología y psicología tienen una alta demanda, las condiciones de las instalaciones limitan el acceso a estas carreras, dejando a muchos estudiantes fuera.
Presupuesto insuficiente para ciencia y tecnología
Al hablar sobre el presupuesto, José Álvaro explicó que, aunque el presupuesto anual de la UP supera los $400 millones de dólares, una gran parte de esa cifra se destina a cubrir los pagos de los profesores y el mantenimiento de la infraestructura. Apenas menos del 2 % del presupuesto está destinado a ciencia y tecnología, lo que limita el crecimiento y la actualización de la universidad.
Ciudad universitaria: ¿la solución?
En cuanto a la propuesta de una nueva ciudad universitaria, Álvaro expresó que se prometió la creación de un campo universitario, pero la ubicación sugerida presenta desafíos significativos, especialmente con el problema de acceso y el congestionado tráfico en la zona cercana a la Ciudad Hospitalaria. La falta de consenso entre las autoridades y los universitarios sobre la ubicación de la nueva ciudad universitaria ha generado dudas.
Compromisos incumplidos y promesas pendientes
El presidente de la Asociación también destacó que, a pesar de los compromisos realizados por gobiernos anteriores, aún no se ha cumplido la construcción de la Facultad de Medicina, una promesa que data de la administración de Guillermo Endara.
De igual forma, la Facultad de Enfermería sigue sin ser construida, lo que resalta la falta de seguimiento de proyectos esenciales para el crecimiento de la universidad.
José Álvaro concluyó que la situación actual pone en evidencia la necesidad urgente de un cambio en el enfoque institucional para lograr que la Universidad de Panamá no solo siga atendiendo a su gran población estudiantil, sino que también se posicione como un referente de calidad educativa a nivel regional y mundial.