Un responsable de Unicef dijo este viernes que es imposible predecir lo que sucederá si Panamá cierra la selva del Darién a los migrantes, como lo prometió en la campaña electoral el presidente electo panameño, José Raúl Mulino.
En 2023, más de 520.000 migrantes cruzaron la selva, donde existen peligros naturales como animales salvajes y ríos caudalosos, y operan bandas criminales que asaltan, violan y matan. El gobierno panameño debe destinar recursos para asistir a los viajeros.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y otros organismos internacionales mantienen personal en las aldeas del Darién para dar asistencia a los migrantes que llegan desde Colombia tras una riesgosa caminata de tres, cinco o más días a través de la selva.
Unicef había informado el miércoles que en los primeros cuatro meses de este año más de 30.000 niños cruzaron el Darién, 40% más que en el mismo lapso de 2023. También aumentó la cifra de niños migrantes que atraviesan la jungla sin sus padres.
"Las necesidades de los niños y niñas adolescentes no acompañados [...] son mucho mayores, porque están mucho más en riesgo de abuso, explotación o riesgo, incluso de trata" de personas, destacó el funcionario.
Terán señaló que "los aspectos que explican ese aumento de niños y niñas adolescentes que están cruzando son varios", entre ellos la "reunificación familiar", en alusión a padres que ya están en Estados Unidos y hacen viajar a sus hijos.
Sin embargo, también la pobreza en sus países de origen, la inestabilidad política y "las emergencias climáticas [...] hacen que muchos adolescentes vean [la migración] como un camino a salir de esas situaciones", agregó.