Ante la advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la creciente amenaza de la resistencia bacteriana a los antibióticos, que ha sido catalogada como una pandemia, Panamá ha lanzado una iniciativa para abordar este problema de forma integral. La Caja de Seguro Social (CSS) se ha sumado al esfuerzo liderado por el Ministerio de Salud, con el objetivo de establecer una estructura nacional que permita mitigar los efectos de esta crisis sanitaria.
El experto subrayó que muchos avances de la medicina moderna, como las grandes cirugías y la quimioterapia, dependen del uso de antibióticos. En este contexto, la resistencia bacteriana representa un riesgo elevado, ya que puede llevar al fracaso terapéutico y aumentar la mortalidad de los pacientes.
Vega explicó que este fenómeno no solo afecta la salud humana, sino que es un problema multidimensional que involucra al ambiente, los animales y los vegetales. “La resistencia está migrando entre diferentes sectores debido al uso indebido de antibióticos, no solo en medicina, sino también en veterinaria y acuicultura”, puntualizó.
Medidas de prevención y diagnósticos tempranos
La iniciativa nacional, que será lanzada en los próximos meses, busca coordinar esfuerzos a través del Plan Nacional de Resistencia a los Antimicrobianos. El plan incluirá medidas de prevención, diagnósticos tempranos y un uso más adecuado de los antibióticos, así como programas para monitorear el impacto de estas acciones.
En el ámbito de la salud humana, la CSS se encargará de garantizar el uso responsable de los antibióticos, con énfasis en la venta controlada de estos medicamentos en las farmacias, exigiendo receta médica. Además, la institución se ocupará del saneamiento de hospitales, la correcta elección de antibióticos para las infecciones bacterianas y la implementación de herramientas diagnósticas tempranas.
El Dr. Vega enfatizó que cada individuo tiene un papel clave en este plan, desde no solicitar antibióticos innecesarios hasta evitar su uso inapropiado en mascotas, lo cual también contribuye a la propagación de la resistencia. A través de una acción conjunta, se busca reducir la amenaza de las bacterias resistentes y proteger la salud pública en el país.