La situación en el Canal de Panamá es un tema que impacta al mundo. El planeta entero está pendiente del mismo, dada la importancia que ocupa nuestra vía interoceánica en la economía mundial. El Observatorio de la Tierra de la NASA no hace de oídos sordos y también ha mostrado preocupación por esta crisis.
La NASA explica en su publicación que: "como medio para conservar agua, la Autoridad del Canal de Panamá redujo el número de embarcaciones que podían viajar a través del canal cada día a partir del 30 de julio. En un momento a principios de agosto, el consiguiente atasco llegó a un total de 160 embarcaciones esperando en un lado o el otro. En el momento de esta imagen, ese número había disminuido alrededor de 130, mientras que la cola normalmente alcanza un máximo de alrededor de 90. El tiempo de espera promedio para agosto de 2023 fue casi cuatro veces mayor que en junio".
La reducción de los pasos diarios fue la última restricción impuesta por la Autoridad del Canal de Panamá este año para hacer frente a la escasez de agua. A partir del 1 de marzo de 2023 comenzó a reducir el calado máximo (la distancia entre la línea de flotación y el fondo del casco) permitido para los buques que pasan por las esclusas. El límite normal de 50 pies (15 metros) para la clase más grande de barcos que utilizan el canal se redujo cada vez más a 44 pies (13 metros), lo que obligó a algunos barcos a aligerar sus cargas.
La zona ha experimentado varios años secos en la última década; el Lago Gatún cayó a niveles bajos en 2016 y 2019, además de 2023. Sin embargo, en el otro extremo, el Lago Gatún y el Lago Alajuela, otro lago que alimenta al Canal de Panamá, alcanzó niveles récord en diciembre de 2010. Las inundaciones provocaron el cierre del Canal por tercera vez en su historia.