Economía, educación, política, justicia e incluso la identidad personal están siendo afectadas por el uso y abuso de herramientas de inteligencia artificial. Así lo advirtió Alex Neuman, tecnólogo y consultor panameño, quien ha vivido en carne propia los riesgos de esta tecnología.
Persuasión y propaganda con IA
Los usos más preocupantes de la inteligencia artificial, según Neuman, es su potencial como herramienta de propaganda y uso electoral. “Ya no podemos hablar de que pudiera ser utilizada para mover la opinión pública. Ya está siendo utilizada”, afirmó.
Explicó que en campañas recientes en Panamá y Estados Unidos se ha empleado para perfilar votantes y dirigir mensajes diseñados para cambiar su percepción. “Esto se va a notar más a medida que nos acerquemos a procesos electorales”, alertó.
¿Profesiones en peligro?
Aunque Neuman no se atreve a declarar profesiones “extintas”, sí reconoce que muchas funciones están siendo automatizadas. Ejemplo: lo que antes coordinaba una secretaria, hoy lo hace un enlace automatizado con un calendario digital. Pero no todo se pierde: “Esos minutos ahora pueden usarse en tareas más valiosas”, indicó.
Y aunque plataformas como ChatGPT pueden dar asesorías legales o médicas, no deben ser sustitutos del criterio profesional. De hecho, mencionó un caso reciente donde abogados presentaron argumentos basados en jurisprudencia falsa generada por IA.
“Educación crítica” y usuarios responsables
El punto más crucial, subrayó Neuman, es evitar que la IA adormezca nuestro pensamiento crítico. “La educación que tenemos hoy es una respuesta del siglo XX a problemas del siglo XIX. Hay que cambiarla”, insiste. Propone fomentar metodologías activas y debates, para que los estudiantes razonen en lugar de memorizar.
Neuman también recuerda la “Ley de Brandolini”, que sostiene que desmentir desinformación requiere diez veces más esfuerzo que generarla. Por eso, considera clave educar a la ciudadanía para que cuestione, verifique y no caiga en la trampa de repetir sin pensar.
¿Y quién controla la inteligencia artificial?
“Nadie”, responde Neuman. “Así como nadie controla la rueda, el fuego, la imprenta o el internet. El verdadero control está en el usuario”, afirmó Para él, más allá de los filtros o regulaciones, el cambio viene desde la responsabilidad individual: pensar antes de compartir, verificar antes de creer.