Este 20 de diciembre se cumplen 36 años de la invasión militar de Estados Unidos a Panamá, ocurrida en 1989, un hecho que marcó profundamente la historia del país y cuyas consecuencias humanas, sociales y urbanas aún resuenan en la memoria colectiva, especialmente en comunidades como El Chorrillo, Santa Ana y otras zonas directamente afectadas.
El impacto humano y social de la invasión
La invasión del 20 de diciembre de 1989 tuvo como objetivo declarado la captura del entonces jefe de las Fuerzas de Defensa, Manuel Antonio Noriega. Sin embargo, el operativo dejó un saldo de víctimas civiles que, hasta hoy, continúa siendo motivo de debate y reclamo por parte de familiares y organizaciones de derechos humanos. A ello se suma la destrucción de barrios enteros y un trauma social que marcó a generaciones.
Memoria histórica y no repetición
A más de tres décadas de los hechos, autoridades y sectores de la sociedad civil coinciden en la importancia de preservar la memoria histórica como un acto de justicia, educación y dignidad nacional. La reflexión sobre la soberanía, la autodeterminación y la no repetición forma parte central del mensaje de esta fecha.
Un llamado a recordar y reflexionar
El 20 de diciembre se mantiene como una fecha clave en el calendario nacional, que invita al país a recordar a las víctimas, reflexionar sobre su pasado reciente y reafirmar la identidad y dignidad del pueblo panameño.





