El Tribunal General de la Unión Europea (UE) mantuvo firme este miércoles una multa superior a 2.400 millones de euros (unos 2.800 millones de dólares) al gigante tecnológico Google por abuso de posición dominante en sus servicios de comparación de precios en línea.
El caso estaba centrado en el mecanismo de comparación de precios de Google, en el que favorecía su propia herramienta -Google Shopping- sobre otras firmas en la presentación de los resultados, violando de esa forma la normativa europea sobre competencia.
Así, el Tribunal General reconoció la "naturaleza anticompetitiva" de esa práctica, consideró que producía "efectos dañinos" en el mercado y rechazó los argumentos de Google para justificar su conducta.
Por eso, el Tribunal "concluye su análisis considerando que el valor de la multa pecuniaria impuesta a Google debe ser confirmada", señaló la institución en un comunicado.
La apelación a la multa había sido presentada por Google y una empresa asociada, Alphabet.
Sin dejar a dudas, el Tribunal informó que descartó "la mayor parte de la acción presentada por las dos empresas, y mantiene la multa impuesta por la Comisión (Europea)".
Por su parte, un portavoz de la división europea de Google apuntó en un escueto comunicado que "revisaría cuidadosamente" el fallo de este miércoles.
La firma recordó que había introducido cambios al mecanismo de comparación de precios "en 2017 para cumplir con la decisión de la Comisión Europea. Nuestro abordaje ha funcionado exitosamente por más de tres años".
Ante esta determinación, tiene ahora por delante únicamente una apelación a la máxima corte europea, el Tribunal de Justicia de la UE, también con sede en Luxemburgo.
Para la Comisión Europea, el veredicto "es un mensaje claro que la conducta de Google fue ilegal, y proporciona necesaria claridad legal al mercado".
La Comisión "seguirá utilizando todas las herramientas a su disposición para abordar el papel de las grandes plataformas digitales", añadió en una nota.
- Importante victoria para Bruselas -
La red Organización Europea de Consumidores (BEUC, por sus siglas en francés) saludó la decisión del Tribunal General de la UE.
Monique Govons, directora de la entidad, apuntó que "las prácticas engañosas e injustas de Google perjudicaron a millones de consumidores europeos al garantizar que los servicios de comparación de precios de los rivales fueran prácticamente invisibles".
Esta investigación había sido abierta en 2010 ante denuncias presentadas por empresas que se sentían perjudicadas por Google Shopping, como TripAdvisor o la firma francesa Twenga.
Al ser anunciada, esta multa era la más grande de la historia de la UE aunque en 2018 quedó pulverizada por otra sanción a Google por 4.300 millones de euros, por su control sobre el uso del sistema operativo Android, para teléfonos móviles.
Además en 2019 la UE sancionó a Google con una multa por 1.500 millones de euros por prácticas anticompetitivas de su red publicitaria AdSense.
Esta batalla jurídica entre la Comisión Europea y Google es apenas un capítulo en los empeños de Bruselas contra los gigantes digitales y sus prácticas comerciales e impositivas.
La responsable antimonopolio de la UE, Margrethe Vestager, ya había llevado a los tribunales a Apple, a quien le exigía que pague 13.000 millones de euros a los contribuyentes de Irlanda, pero el caso fue derrotado en la justicia.
En tanto, en esta misma jornada Google consiguió una victoria en la justicia británica, que descartó una querella colectiva que la acusaba d utilizar ilegalmente datos personales en teléfonos iPhone.
La Comisión Europea impulsa una ambiciosa nueva legislación para controlar la actuación de los gigantes digitales en el bloque, mediante dos leyes paralelas cuya aprobación negocia con el Parlamento Europeo.
Se trata de una Ley de Servicios Digitales y otra sobre Mercados digitales, que impone límites estrictos a la operación de gigantes como los llamados GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft).