Ucrania y Rusia tienen previsto reunirse el miércoles en Turquía con diplomáticos de la ONU, para intentar romper el bloqueo de las exportaciones de granos por el mar Negro, que hizo disparar los precios y crea un riesgo de hambruna en numerosos países. En el campo de las operaciones militares, el ejército ucraniano afirmó haber bombardeado el martes a las fuerzas enemigos en la región sureña de Jersón, ocupada por tropas rusas, que lanzaron misiles sobre Mykolaiv, más al oeste.
Rusia confirmó el encuentro y subrayó que deseaba mantener "la posibilidad de controlar y registrar los navíos de carga para evitar el contrabando de armas".
Por su parte, Ucrania dijo ser "partidaria de resolver la cuestión de la liberación de los cereales ucranianos bajo los auspicios de la ONU".
Siempre en el frente diplomático, el Kremlin anunció el martes una reunión bilateral entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país sirve de mediador entre Kiev y Moscú, a celebrarse al margen de una cumbre tripartita con Irán sobre Siria el 19 de julio en Teherán.
En tanto, Washington acusó a Irán de estar por enviar "centenares de drones" a Rusia.
A su vez, Brasil dijo querer adquirir "todo lo que pueda" de diésel ruso, pese a las sanciones contra Moscú, según su ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Alberto Franco França.
- Ayuda para Ucrania -
En ese contexto, Estados Unidos anunció el martes que destinará 1.700 millones de dólares adicionales en ayuda para Ucrania.
Con ello, el total de ayuda estadounidense para Ucrania desde el inicio de la guerra alcanzó 4.000 millones de dólares.
En Bruselas, los ministros de Finanzas de los países de la Unión Europea (UE) aprobaron 1.000 millones de euros (1.004 millones de dólares) para Ucrania, con lo que su aporte a Kiev asciende a 2.200 millones de euros desde el 24 de febrero, cuando Rusia invadió Ucrania.
El comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, señaló que se han congelado en Europa unos 13.800 millones de euros en activos de oligarcas y entidades rusas como parte de las sanciones contra Moscú.
- Combates en región de Jersón -
En el frente sur, Ucrania declaró haber golpeado entre lunes y martes a las fuerzas rusas en Nova Kajovka, provocando la muerte de 52 soldados y la destrucción de un depósito de municiones.
Videos en redes sociales mostraron una columna de humo de varios metros de altura.
Las autoridades de ocupación instaladas por Moscú lo denunciaron como un "acto de terrorismo".
En la parte meridional de Ucrania, los rusos continuaron la mañana del martes el lanzamiento "masivo" de misiles sobre Mykolaiv, donde golpearon a dos centros médicos y viviendas, según el alcalde local, Oleksandre Senkevytch.
También citó el martes la "destrucción completa" de una escuela donde 12 personas resultaron heridas.
"El terror ruso hace tiempo que ha traspasado la línea más allá de la cual ha quedado claro para muchos en el mundo civilizado que castigar a Rusia, un Estado terrorista, por todo lo que ha hecho en Ucrania, es una cuestión de seguridad mundial", comentó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
- "No se puede huir de la guerra" -
En el este de Ucrania, Kiev aguarda una nueva ofensiva rusa en la región oriental de Donetsk, que forma parte del Donbás, parcialmente bajo control de separatistas prorrusos desde 2014.
La otra parte del Donbás es Lugansk, que las fuerzas rusas afirman estar totalmente bajo su control.
Los bombardeos rusos el domingo en un edificio residencial de Chasiv Iar, en la misma cuenca minera, dejó al menos 45 muertos según el último balance de la seguridad ucraniana.
En Bajmut, otra localidad de Donetsk, se escucharon el martes disparos de artillería en el casi desierto centro de la ciudad.
"No se puede huir de la guerra y nunca se sabe dónde va a estar", resumió Liubov Mojaieva, una agrónoma de 60 años.
En Járkov, noreste, cinco personas fueron heridas en un nuevo bombardeo, indicaron las autoridades locales.
Mientras tanto, en Moscú, el martes fue inaugurada la embajada de la provincia separatista de Donetsk en presencia del ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.