Los responsables de Ucrania afirmaron el lunes que prevén una nueva ola de bombardeos por parte de Rusia esta semana, tras los ataques precedentes contra infraestructuras críticas que provocaron cortes masivos de agua y electricidad, por ejemplo en la capital, Kiev.
Según la marina ucraniana, once barcos de guerra de Rusia, entre ellos ese portamisiles se encuentran actualmente en el mar Negro, frente a las costas de Ucrania, y hay otros en el mar de Azov y el Mediterráneo, con un total de 76 ojivas que pueden ser disparadas.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió en un discurso difundido por video el domingo por la noche que "la semana que comienza puede ser igual de difícil que la pasada", marcada por bombardeos rusos que causaron cortes masivos de luz y agua en momentos en que el país comienza a experimentar temperaturas invernales.
Zelenski señaló por otra parte una situación "muy difícil" en el frente, especialmente en la región de Donetsk, en el este, donde se concentran los combates desde la retirada de las fuerzas rusas de la región de Jersón, en el sur.
Según el balance diario de la presidencia ucraniana, cuatro civiles murieron y once resultaron heridos en las últimas 24 horas en el país.
En Nova Kajovka, ciudad bajo ocupación rusa cerca de Jersón, un civil murió y otro resultó herido en un bombardeo ucraniano en la noche del domingo a lunes, indicó la administración prorruso.
Tras los ataques rusos de la semana pasada, millones de ucranianos quedaron sin electricidad.
Según el operador nacional Ukrenergo, el país enfrentaba aún el lunes un déficit de electricidad que abarcaba al 27% de los hogares. Continuaban además los cortes de emergencia en todo el territorio.