Al menos ocho murieron y cerca de 80 resultaron heridos en bombardeos de Rusia que golpearon el martes de madrugada ciudades como Kiev y Járkov, en Ucrania, anunciaron las autoridades del país.
Otra persona murió en Pavlograd, en el centro de Ucrania, en un ataque que también dejó un herido, según el dirigente regional, Serguéi Lisak.
En Járkov, un fotógrafo de la AFP vio el martes por la mañana a socorristas evacuando a heridos y buscando a sobrevivientes entre los escombros de un edificio en ruinas.
El ministro del Interior, Igor Klimenko, indicó que 27 personas habían sido rescatadas de los escombros en esta ciudad del noreste del país.
En Kiev, 22 personas resultaron heridas, indicó el alcalde de la capital, Vitali Klitschko, precisando que "13 habían sido hospitalizadas, entre ellas tres niños".
Según el ministro del Interior, una persona está en "estado de muerte clínica" en un hospital, pero las autoridades de la capital aún no confirmaron este deceso.
En un distrito de la capital ardieron un edificio y varios vehículos, según la misma fuente. También se encontró la ojiva sin explotar de un misil en un apartamento.
Otras tres personas resultaron heridas por fragmentos de misil en la región de Kiev, declaró el jefe de la administración militar, Ruslan Kravchenko.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, describió esta nueva serie de bombardeos como un ejemplo de "terror deliberado".
Por su parte, el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, prometió que su país "hará pagar a Rusia el sufrimiento y el dolor que ha causado".
Además de estos ataques nocturnos, un bombardeo ruso mató a un hombre de 70 años en la ciudad meridional de Jersón, según las autoridades locales.
El comandante en jefe del ejército ucraniano, Valeri Zalujni, indicó que Rusia atacó a Ucrania con 41 misiles, 21 de los cuales fueron derribados.
Ucrania está pidiendo urgentemente a sus aliados occidentales más medios de defensa antiaérea para hacer frente a las tropas rusas, que lanzaron una ofensiva contra su vecino hace casi dos años.
Moscú, por su parte, negó haber apuntado a civiles en los bombardeos del martes, alegando que sólo ataca objetivos militares.