El papa Francisco expresó este domingo su "dolor" por los migrantes muertos el miércoles en un naufragio en el canal de la Mancha, así como por aquellos bloqueados en la frontera bielorrusa o que se ahogan en el Mediterráneo, y rechazo "cualquier tipo de instrumentalización". "Me duelen (...) los que murieron en el Canal de la Mancha; los que están en las fronteras de Bielorrusia, muchos de los cuales son niños; los que se ahogan en el Mediterráneo", declaró el papa Francisco durante su ángelus dominical en la plaza de San Pedro del Vaticano.
"Renuevo mi más sincero llamamiento a quienes pueden contribuir a resolver estos problemas, especialmente a las autoridades civiles y militares, para que el entendimiento y el diálogo se impongan finalmente a cualquier tipo de instrumentalización ", agregó.
Las declaraciones del papa Francisco se producen el mismo día en que se realiza una reunión sobre inmigración entre Alemania, Países Bajos, Francia y Bélgica, en la ciudad portuaria de Calais (norte de Francia). El Reino Unido fue excluido de esta reunión por una disputa diplomática con Francia.
La reunión es una reacción al naufragio que costó la vida a al menos 27 personas el miércoles en el canal de la Mancha, escenario diario de travesías de migrantes a bordo de frágiles embarcaciones que buscan llegar a las costas británicas.
"Los migrantes que se encuentran en estas situaciones de crisis les aseguro mi oración, y también mi corazón: sepan que estoy cerca de ustedes", añadió.
En un video publicado el sábado antes de su visita la semana que viene a Chipre y Grecia, el papa lamentó que el Mediterráneo se hubiera convertido en "un cementerio".
El papa inicia el jueves este viaje de cinco días donde va de nuevo a evocar el tema de los migrantes, ya que vuelve a la isla griega de Lesbos, situada a menos de 15 km de las costas turcas, donde ya declaró en abril de 2016: "Todos somos migrantes".