El multimillonario Elon Musk al frente del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés) es quizás el rostro más llamativo del gabinete que empieza a conformar el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
El nuevo departamento, según dijo Trump, impulsará “reformas estructurales a gran escala” que podrían suponer fuertes repercusiones en la Administración federal.
“Juntos, estos dos maravillosos estadounidenses allanarán el camino para que mi Administración desmantele la burocracia gubernamental, reduzca el exceso de regulaciones, corte los gastos innecesarios y reestructuren las agencias federales”, resaltó el expresidente (2017-2021).
Tanto Musk, que donó más 118 millones de dólares a la campaña de Trump, como Ramaswamy han abogado por aplicar recortes de gastos en la administración federal, lo que podría implicar la reducción de personal.
La proximidad de Musk con la futura Administración de la Casa Blanca, no obstante, ha suscitado preocupación en vista de que sus negocios en el sector automotriz y la industria espacial mantienen contratos con el Gobierno federal.