La acumulación de crisis forzó a 71 millones de personas a huir en su propio país el año pasado, una cifra récord de desplazados, indicaron este jueves el Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, con sede en Ginebra) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC). En 2022, 71,1 millones de personas fueron registradas como desplazadas internas, un aumento anual del 20%, provocado por los éxodos masivos tras la invasión rusa de Ucrania y por las inundaciones catastróficas en Pakistán, de acuerdo con un informe conjunto de esos dos grupos de monitoreo.
Este número es "extremadamente elevado", declaró a la AFP la jefa de IDMC, Alexandra Bilak.
- África, muy afectada -
El año pasado, los nuevos desplazamientos internos causados por conflictos llegaron a 28,3 millones, casi el doble de 2021 y el triple que la media anual de la última década.
Ese número incluye 17 millones de personas desplazadas dentro de Ucrania.
Además ocho millones se vieron obligadas a partir de sus hogares por las inundaciones gigantescas de Pakistán.
La región de África subsahariana registró 16,5 millones de desplazamientos internos, más de la mitad a causa de conflictos, en particular en República Democrática del Congo y en Etiopía.
El número de desplazados internos debería aumentar en 2023.
En Sudán, los combates que arrecian desde mediados de abril ya forzaron a 700.000 personas a huir a otras partes del país.
"Desde el comienzo del (...) conflicto más reciente en abril registramos el mismo número de desplazamientos que en todo 2022", declaró Bilak.
- Diez países -
Aunque muchas personas son forzadas a huir en todas las regiones del planeta, cerca de las tres cuartas partes de los desplazados internos viven en solo diez países: Siria, Afganistán, República Democrática del Congo, Ucrania, Colombia, Etiopía, Yemen, Nigeria, Somalia y Sudán (por orden decreciente del número de desplazados internos).
Muchos de esos desplazados son víctimas de conflictos que duran desde hace años, pero las catástrofes naturales son responsables de la mayoría de los nuevos desplazamientos internos. Forzaron a 32,6 millones de personas a huir en 2022, un 40% más que en 2021.
Para el jefe de NRC, Jan Egeland, esta acumulación de crisis forma una "tormenta perfecta".
También denunció la crisis alimentaria mundial, agudizada por la guerra en Ucrania, que "socavó años de avances".