El mandatario norcoreano Kim Jong Un cumplió 40 años el lunes sin celebraciones públicas anunciadas en su país, después que entrara en el nuevo año con descargas de artillería en el mar y promesas de ampliar su arsenal nuclear.
El lunes, la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte publicó un extenso artículo en que se ensalzaba la dirección de Kim de grandes proyectos de construcción en la última década. También informó que Kim había visitado una granja de pollos con su hija el día anterior. Pero no mencionó su cumpleaños.
Algunos observadores especulan con la posibilidad de que Kim piense que aún es relativamente demasiado joven o que necesita mayores logros para celebrar tan fastuosas fiestas de cumpleaños. Otros dicen que el hecho de no realizar un festejo de cumpleaños público puede estar relacionado con su preocupación por la atención que pueda recibir su difunta madre, nacida en Japón.
El empeño de Kim por aumentar su arsenal nuclear ha provocado la imposición de severas sanciones por parte de Estados Unidos que, junto con el cierre de fronteras durante la pandemia, han perjudicado gravemente a la frágil economía de Corea del Norte. Kim ha admitido posteriormente fracasos políticos como el hecho de que su promesa de que Corea del Norte “no tendrá que apretarse el cinturón nunca más” sigue sin cumplirse.
“Para Kim, probablemente siga siendo una carga política idolatrarse a sí mismo, ya que aún es joven y no ha acumulado muchos logros”, señaló Hong Min, analista del Instituto Coreano para la Unificación Nacional de Seúl.