El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, llegó este miércoles a Camberra en un avión privado después de haber formalizado el pacto para su libertad ante un juez de las Islas Marianas (EE.UU.), tras pasar cinco años recluido en el Reino Unido y otros casi siete refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Assange, a quien ha recogido en el aeropuerto su esposa, Stella Assange, y sus dos hijos, tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en un hotel de la capital australiana en un par de horas, su primera comparecencia frente a los medios desde que fue puesto en libertad el lunes en Reino Unido.
En el aeropuerto de Camberra aguardaban alrededor de un centenar de periodistas desplazados para documentar el regreso de Assange a su Australia natal tras un largo viaje desde que salió el lunes de Londres, y que le llevó a realizar una parada técnica en Bangkok el martes, antes de volar a las Islas Marianas del Norte (territorio de EE.UU. en el Pacífico) para formalizar hoy su libertad.
Assange se declaró culpable de conspirar
El activista, periodista y “hacker” australiano, de 52 años, compareció a primera hora del miércoles en el tribunal federal estadounidense de las Islas Marianas del Norte en Saipan, donde la magistrada Ramona Villagomez aceptó los términos pactados entre el Departamento de Justicia de EE.UU. y la defensa de Assange.
Conforme al acuerdo, por el que Assange se declaró hoy culpable de conspirar para obtener y divulgar documentos clasificados de EE.UU., Villagomez condenó a Assange a 62 meses de cárcel, reconociendo el tiempo ya cumplido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh (Reino Unido), por lo que quedó en libertad.
La defensa del australiano solicitó celebrar la vista en este territorio estadounidense por su proximidad con Australia y porque Assange no deseaba viajar a suelo continental de Estados Unidos.
Fin a una saga de 14 años
Este episodio pone fin a una saga de 14 años que comenzó en 2010 con la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de Estados Unidos, al revelar ataques a civiles en Irak y en Afganistán, así como el maltrato de presos en Guantánamo, entre otros asuntos.
Tras la filtración, Suecia emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual, que posteriormente fueron retirados. Assange se refugió en 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, hasta que en 2019 fue arrestado por autoridades británicas, pasando los últimos cinco años en una cárcel de alta seguridad.