El presidente estadounidense, Joe Biden, eximió este miércoles a Israel de responsabilidad en el bombardeo que dejó cientos de muertos en un hospital de Gaza y obtuvo su autorización para que entre ayuda al enclave palestino, asediado desde la letal incursión de milicianos de Hamás en suelo israelí.
Al concluir su visita, anunció que Egipto había autorizado la entrada de hasta "20 camiones" de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza por el paso fronterizo de Rafah, después de que Israel permitiera la entrada de "comida, agua y medicinas" al enclave.
Su visita fue al día siguiente del bombardeo del hospital Ahli Arab en la ciudad de Gaza, que conmocionó a la comunidad internacional y desencadenó protestas en varios países musulmanes.
El ataque dejó al menos 471 muertos, según el movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja desde 2007. Pero un responsable de un servicio de inteligencia europeo aseguró a AFP bajo condición de anonimato que el ataque había dejado "decenas de muertos, probablemente entre 10 y 50".
Palestinos e israelíes se culpan mutuamente de la matanza en el enclave, bombardeado diariamente por Israel desde el 7 de octubre en respuesta a una incursión de Hamás contra su suelo.
La ofensiva de los milicianos palestinos se saldó con más de 1.400 muertos y 200 rehenes, según el ejército. Los bombardeos israelíes dejaron hasta ahora más de 3.450 muertos, según el Ministerio palestino de Salud.
El portavoz militar israelí, Daniel Hagari, aseguró, en cambio, que tenía pruebas de que la explosión en el centro sanitario se debió a "un cohete de la Yihad Islámica que falló". El grupo armado, aliado de Hamás, rechazó la acusación.
"Comida, agua y medicinas"
Al término de su visita en Tel Aviv, Biden anunció que el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, autorizó el paso de "hasta 20 camiones" con ayuda humanitaria a Gaza.
Pero advirtió que "si Hamás la confisca, no la deja pasar (...) entonces terminará".
Cientos de camiones esperan desde hace varios días que el puesto fronterizo de Rafah, en la frontera con Egipto, se abra para permitir la entrada de ayuda al enclave, donde 2,4 millones de habitantes se están quedando sin agua y comida.
"Ante el pedido del presidente Biden, Israel no frustrará el envío de ayuda humanitaria vía Egipto", indicó el gabinete de Netanyahu previamente.
El pacto consiste en la entrada de "comida, agua y medicinas" y valdrá "en la medida en que el aprovisionamiento no llegue a Hamás", precisó el comunicado israelí. El documento detalló también que no incluía la entrada de ayuda desde Israel mientras hubiera rehenes en Gaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la situación en el territorio, asediado por Israel desde el 9 de octubre, "se está volviendo incontrolable" por la falta de agua, electricidad y combustible.