El gobierno británico declaró este viernes 13 de agosto el estado de sequía en mayor parte de Inglaterra, golpeada por una ola de calor que azota una buena parte de Europa igual que del norte de África.
El estado de sequía obliga a las compañías de agua a elaborar planes de contingencia para hacer frente a la escasez y prohíbe regar, lavar coches y llenar piscinas privadas.
Reino Unido vivió en julio del 2022, el periodo más seco jamás registrado en ciertas regiones y el primer semestre más seco desde 1976. La fuente del Támesis, el río que atraviesa Londres, se ha secado y su curso solo empieza unos ocho kilómetros más abajo.
El jueves se decretó una alerta naranja por calor extremo en la práctica totalidad del sur de Inglaterra y en una parte del País de Gales, que en principio se extendería hasta este viernes. Pero no se prevé que se supere el récord de calor de 40,3°C del 20 de julio.
En los parques de Londres y de gran parte del país el verde del césped luce un tono amarillo pajizo y los caminos se ven polvorientos.