El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó una advertencia este miércoles a la principal disidencia de la extinta guerrilla FARC con quienes rompió un cese al fuego: acuerdan la paz o seguirán "el camino" del abatido capo Pablo Escobar.
Las partes sostienen negociaciones desde finales de 2023, pero el asesinato de una líder indígena desató la crisis el domingo. Los diálogos continúan aunque Petro ha ido endureciendo su discurso contra la organización que se dedica principalmente al narcotráfico.
También comparó a su comandante, alias Iván Mordisco, con Escobar, abatido por la fuerza pública en 1993.
El líder guerrillero "ahora está matando dirigentes campesinos, está asesinando al pueblo y habla de revolución. ¡Qué revolución ni qué carajos!", añadió.
En la noche, el EMC respondió a las acusaciones de Petro en un mensaje atribuido a Iván Mordisco. "Cuando lo apoyamos en campaña no éramos traquetos", señaló el grupo en X, antes Twitter. "Además de traicionarnos, (el presidente) traicionó al pueblo que lo respaldó".
En redes sociales circuló un video atribuido a los nuevos enfrentamientos en el departamento del Cauca (suroeste), en el cual se escuchan disparos en medio de una zona boscosa.
El presidente de izquierda sostiene que el EMC está ensañado contra indígenas y campesinos que viven en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca (suroeste).
La autoridad de los pueblos originarios en la región pidió "proteger a la población y detener la violencia".
Las negociaciones entre el gobierno y el EMC avanzan entre tropiezos.
Petro también dialoga desde noviembre de 2022 con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y está cerca de empezar a hacerlo con la Segunda Marquetalia, cuyo jefe es el ex número dos de las FARC, "Iván Márquez".
Pese al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), considerada la organización rebelde más poderosa de América, el conflicto persiste en el país y deja más de nueve millones de víctimas en seis décadas.