Gabriel Boric cumple un año al frente del gobierno de Chile, período en el que ha logrado, no sin tropiezos, normalizar la vida del país después de tres años de fricciones e incertidumbres. Fue un arranque marcado por la expectativa de su instalación, errores ingenuos, la inexperiencia de una nueva generación política surgida de las marchas estudiantiles de la década pasada.
El mandatario reconoció errores, decidió ampliar su base de apoyo e incluyó ministros con más experiencia.
El rechazo de la nueva carta fue un hito que llevó al gobernante a desmarcarse del proceso constitucional, dejarlo en manos del Congreso y enfocarse en su labor presidencial, para hacer frente a las turbulencias económicas, los problemas de seguridad ciudadana y una migración con escaso control, así manejarse con una minoría oficialista en el Parlamento.
El mandatario recibió un país que venía de tres años de los efectos de la crisis social que estalló en octubre de 2019, un proceso constitucional polarizado y dificultades económicas a consecuencia de la pandemia.
- Recuperación en las encuestas -
El resultado fue que Boric ha logrado un año después aumentar su popularidad.
Dos encuestas muestran una mejoría en la aprobación presidencial: 35% según Cadem, la mejor cifra desde septiembre pasado; y 39%, según Criteria, el mejor nivel desde que Boric asumió, que refleja el apoyo a su reacción ante la catástrofe de los incendios forestales, mejores resultados en seguridad y alentadoras cifras económicas.
Pese a la resistencia tradicional de la izquierda, Boric ordenó el despliegue de las Fuerzas Armadas, en el sur y en el norte, para encarar temas de migración irregular, delincuencia y las acciones violentas de grupos mapuche.
Determinantes son dos de los puntales del gabinete: Carolina Tohá (57), ministra del Interior, que entró luego de la remodelación del gobierno tras rechazo al proyecto de Constitución; y Mario Marcel (63), titular de la cartera de Hacienda.
Ambos son parte de una generación política mayor a la de Boric, e integran el llamado socialismo democrático, no el Frente Amplio del gobernante.
El primer aniversario coincide con positivas señales económicas: una inflación a la baja (11,9% interanual), desempleo a raya (8%), una mejor posición del peso chileno ante las divisas y un sorpresivo crecimiento de 0,4% de la economía en enero.
- En terreno -
La crisis de los incendios forestales en la zona centro-sur de Chile que comenzó en febrero y que han consumido 439.000 hectáreas y dejado 26 muertos, significó un nuevo desafío para la gestión de Boric.
Así, optó por una rápida declaración de estado de catástrofe, el despliegue permanente de los ministros en la zona afectada, la suspensión de las vacaciones del presidente y su presencia en terreno.
Boric también impuso el realismo y dejó que el Congreso ratificara el ingreso del país al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTTP, por sus siglas en inglés), al que él cuando era diputado se opuso.
En política exterior, no ha temido que lo tilden de "izquierda cobarde", como le dijo el venezolano Nicolás Maduro, tras acusar directamente al nicaragüense Daniel Ortega de "dictador".
"El tema generacional puede ser pertinente para explicar las distintas posturas entre Boric y sus contrapartes en la izquierda latinoamericana. En general, los millienials no portan el bagaje ideológico de líderes más tradicionales de la izquierda", dijo Michael Shifter, ex presidente del centro de pensamiento Diálogo Interamericano, con sede en Washington.