Los ministros occidentales de Finanzas del G20 condenaron este viernes la invasión de Rusia contra Ucrania, durante su reunión en Indonesia, y responsabilizaron a Moscú del enorme impacto de la guerra en la economía mundial. La cita de dos días comenzó en la isla de Bali a la sombra de la guerra que ha agitado los mercados, disparado los precios de los alimentos y la inflación, una semana después de que los ministros de Relaciones Exteriores del G20 confrontaran al jefe de la diplomacia rusa, quien abandonó las reuniones en varias ocasiones.
"Los funcionarios rusos deben reconocer que están aumentando las horribles consecuencias de esta guerra con su continuo apoyo al régimen de (Vladimir) Putin. Ustedes comparten la responsabilidad de la pérdida de vidas inocentes", agregó.
A ella se unió la ministra canadiense de Finanzas, Chrystia Freeland, quien señaló a la delegación rusa de ser responsable de "crímenes de guerra" en Ucrania por su apoyo a la invasión, según un funcionario de ese país.
"No son solo los generales los que cometen crímenes de guerra, son los tecnócratas económicos los que permiten que la guerra ocurra y continúe", declaró Freeland, que cuenta con orígenes ucranianos.
Los ministros de Finanzas ruso, Anton Siluanov, y ucraniano, Serhiy Marchenko, participarán virtualmente en la cita.
Moscú envió al viceministro ruso de Finanzas, Timur Maksimov, a la conversaciones en persona y estuvo presente cuando Yellen y Freeland expresaron sus condenas, según una fuente que estuvo en la reunión.
Indonesia, país anfitrión y presidente del G20 (grupo de potencias industrializadas y emergentes), advirtió a los ministros de que el fracaso a la hora de abordar las crisis energética y alimentaria sería catastrófico.
En la apertura, la ministra de Finanzas de Indonesia, Sri Mulyani Indrawati, llamó a sus pares a trabajar unidos con un espíritu de "cooperación, colaboración y consenso" porque "el mundo está mirando" si llegan soluciones.
"El costo de nuestro fracaso es más de lo que podemos permitirnos", dijo a los delegados. "Las consecuencias humanitarias para el mundo y para muchos países de bajos ingresos serían catastróficas", agregó.
- "El desafío más grande" -
La cita se ha centrado en las crisis de alimentos y energía que golpean al mundo como efecto de la guerra.
"Las acciones del presidente ruso Putin, incluyendo la destrucción de instalaciones agrícolas, el robo de granos y equipos agrícolas, y el bloqueo efectivo de los puertos del mar Negro equivale a usar alimentos como arma de guerra", dijo Yellen.
Yellen marcó el jueves el tono al calificar la guerra rusa en Ucrania como "el desafío más grande" de la economía mundial y dijo que miembros del gobierno de Putin no tienen cabida en las conversaciones.
Yellen ha insistido a sus aliados del G20 para que pongan un tope al precio del petróleo ruso y así ahogar las arcas del presidente ruso y presionar a Moscú para poner fin a la invasión, reduciendo los costos de la energía.
Es poco probable que haya una declaración final cuando concluya la reunión el sábado, debido a los desacuerdos sobre el papel de Rusia como causante de los problemas económicos mundiales.
- "Actuar juntos" -
Indonesia, con una política exterior neutra, ha evitado excluir a Rusia del foro pese a la presión occidental.
"Este no es un momento fácil dada la diversidad de nuestros miembros (...) y las diferencias de criterios", admitió Indrawati.
Sin embargo, llamó a "actuar juntos para demostrar por qué el G20 merece su reputación como el principal foro de cooperación internacional".
Además de los ministros de Rusia y Ucrania, el titular chino de Finanzas, Liu Kun, intervendrá de forma virtual, según la prensa estatal indonesia, así como el nuevo ministro británico, Nadhim Zahawi.
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, estará presente, luego de que el miércoles advirtió que la perspectiva económica mundial "se oscureció significativamente" por la invasión rusa.
Igualmente, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, intervendrá virtualmente, en tanto que el presidente del Banco Mundial, David Malpass, no participará.
La cita es un preludio a la cumbre que celebrarán los gobernantes del G20 en la isla indonesia en noviembre, que debía centrarse en la recuperación económica tras la pandemia del covid-19.
Pero el foco cambió tras la invasión rusa, que bloqueó los puertos de Ucrania, uno de los principales productores mundiales de alimentos.