El hambre en el mundo bajó ligeramente en 2024 al afectar a entre 638 y 720 millones de personas, gracias a los avances realizados en América Latina y en el sudeste asiático, pero sigue aumentando en África, afirmaron el lunes varias agencias de la ONU.
El informe añade que "importantes disparidades" subsisten en el mundo.
Aunque el número de personas que no comen suficientemente baja significativamente en América Latina y el Caribe, la situación se agrava en Asia occidental y África, y en este último caso supera inclusive el 20%.
Esas cifras, publicadas con motivo de la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios (UNFSS), organizada en la capital etíope Addis Abeba, están muy alejadas del objetivo de la ONU de lograr un mundo sin hambre en 2030.
Según las proyecciones actuales, unos 512 millones de personas estarán subalimentadas de aquí a fines de la década, de las cuales el 60% en África.
Inseguridad alimentaria
En la actualidad, de los cinco países que tienen más personas en inseguridad alimentaria aguda, cuatro (Nigeria, Sudán, República Democrática del Congo y Etiopía), se encuentran en África.
El informe menciona también la situación en la Franja de Gaza, devastada por la guerra, donde la totalidad de la población está en situación de inseguridad alimentaria.
En Gaza, "vemos gente morir de hambre", dice Alvaro Lario, que preside el FIDA.
Unas 2.300 millones de personas tuvieron que dejar de comer ocasionalmente una comida en 2024 y son consideradas en inseguridad alimentaria moderada o fuerte, una cifra estable con relación a 2023.
Pero son 335 millones de personas más con relación a 2019, justo antes de la crisis del Covid.
La pandemia y la guerra en Ucrania causaron un alza fuerte de los precios de los alimentos.
Para las agencias de la ONU, las lecciones de la ola inflacionista de 2007-2008, tras la crisis financiera, se han aprendido y han servido para responder de manera "mejor coordinada".