El ejército de la India busca este miércoles a unos 50 desaparecidos en una zona del Himalaya, un día después de una mortal riada que dejó al menos cuatro muertos. La catástrofe alcanzó especialmente a la localidad de Dharali y el estrecho valle en el que se encuentra, en el estado norteño de Uttarakhand, que se vio inundado por un torrente de agua lodosa lleno de escombros.
Según los meteorólogos, el nivel de los principales ríos del estado de Uttarakhand estaba por encima del umbral de peligro.
Soldados y rescatistas lograron atender a personas que se habían quedado aisladas. En un primer momento, el martes, se informó que había al menos 100 desaparecidos, pero este miércoles este balance se redujo a la mitad.
Videos publicados por la prensa india mostraron un aluvión lodoso, lleno de escombros, que se llevaba por delante un edificio de apartamentos de esa zona turística de India el martes por la tarde.
Gran parte de Dharali quedó embarrada y los funcionarios de los equipos de rescate estiman que el lodo cubre, en algunos puntos, zonas situadas a 15 metros de altura, por lo que podría haber edificios completamente sepultados.
Allí es donde los rescatistas buscan a unas 50 personas, precisó Shahedi, que también informó de 11 soldados que estaban desaparecidos en Harsil, una aldea ubicada aguas arriba.
Por su parte, el ejército explicó que se desplegaron "columnas adicionales (...) junto a perros rastreadores, drones logísticos, equipos de remoción de tierra, etc." para acelerar la búsqueda.
También se emplearon helicópteros militares para transportar suministros esenciales y evacuar a las personas aisladas, agregaron las fuerzas armadas.
"Ruido sordo"
El ministro jefe del Estado de Uttarakhand, Pushkar Singh Dhami, indicó que la inundación fue provocada por un "estallido" de lluvia y que se enviaron rescatistas "en pie de guerra".
Los servicios meteorológicos indios habían emitido una alerta por fuertes lluvias en Uttarakhand, y precisaron que habían registrado 21 cm de precipitaciones en algunas zonas de ese estado.
"Los habitantes fueron desplazados a las áreas más altas porque el nivel del agua subió, a causa de la incesante lluvia", indicó el ejército.
Las inundaciones y los aludes son habituales durante el monzón en India, de junio a septiembre, pero los expertos aseguran que el cambio climático agrava su intensidad y frecuencia.
Según el hidrólogo Manish Shrestha, los 270 mm de lluvia registrados en 24 horas en las zonas inundadas "constituye un fenómeno extremo".
Shrestha, del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de Montañas, radicado en Nepal, afirmó que ese tipo de precipitaciones en las montañas tienen un impacto "más concentrado" que cuando llueve en las llanuras.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) afirmó el año pasado que las inundaciones y sequías cada vez más intensas constituyen una "señal de alarma" de lo que depara el calentamiento global, que hace que el ciclo del agua en el planeta sea más imprevisible.