Los depositantes retiraron sus ahorros, los inversionistas vendieron ampliamente sus acciones bancarias y el gobierno federal de Estados Unidos (EEUU) se apresuró a asegurarle a los estadounidenses el lunes que el sistema bancario tiene solidez, luego de que la quiebra de dos bancos desató temores de que otras instituciones bancarias pudiesen declararse en bancarrota.
En respuesta a la crisis, los reguladores garantizaron que todos los depósitos en ambos bancos están a salvo y crearon un programa para arrojarle un salvavidas a otros bancos con el fin de protegerlos de una corrida bancaria.
Por otro lado, la Reserva Federal anunció que examinará la forma en que supervisó al banco Silicon Valley.
El gobierno de Estados Unidos tomó medidas extraordinarias el domingo para detener una posible crisis bancaria tras la quiebra histórica del Silicon Valley Bank, asegurando a todos los depositantes de la institución quebrada que podrían acceder a todo su dinero rápidamente, incluso cuando otro banco importante estaba en quiebra. cerrar.
El anuncio se produjo en medio de temores de que los factores que causaron la quiebra del banco con sede en Santa Clara, California, pudieran extenderse. Los reguladores habían trabajado todo el fin de semana para tratar de encontrar un comprador para el banco, que fue la segunda quiebra bancaria más grande de la historia. Esos esfuerzos parecían haber fracasado el domingo.
EE.UU. descarta rescate financiero de Silicon Valley Bank
En una señal de lo rápido que estaba ocurriendo la hemorragia financiera, los reguladores anunciaron que Signature Bank, con sede en Nueva York, también había quebrado y estaba siendo embargado el domingo. Con más de 110 mil millones en activos, Signature Bank es la tercera quiebra bancaria más grande en la historia de EEUU.