El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump ganaron sus respectivas primarias en más de una docena de estados en el día más ajetreado del proceso de selección de candidatos, el Supermartes, con lo que se enfilan a un nuevo enfrentamiento e incrementan la presión sobre Nikki Haley, la última gran rival de Trump, para que abandone la contienda.
La única votación que perdió Biden fue el caucus demócrata en Samoa Americana, un pequeño territorio en el Pacífico sur. Biden fue superado por un candidato desconocido, Jason Palmer, por 51 votos contra 40.
Ni Biden ni Trump podrán convertirse en los virtuales candidatos de sus respectivos partidos hasta que voten suficientes estados, lo cual se prevé que suceda a mediados de este mes. Pero el día de mayor actividad de las primarias prácticamente sentenció la revancha entre ambos para noviembre próximo. Biden, de 81 años, y Trump, de 77, siguen dominando sus partidos a pesar de los cuestionamientos sobre su edad y de que ninguno goza de una amplia popularidad entre el electorado general.
Haley siguió los resultados en privado y no tenía más actos de campaña programados. Su campaña dijo en un comunicado que los datos reflejaban que muchos republicanos “están expresando profundas preocupaciones sobre Donald Trump”.
En tanto, la finca de Mar-a-Lago de Trump estaba llena de personas que acudieron a un festejo triunfal. Entre los asistentes había empleados y simpatizantes, como el rapero Forgiato Blow y el exrepresentante por Carolina del Norte Madison Cawthorn. La multitud estalló en júbilo mientras las pantallas con la transmisión de Fox News mostraban que el expresidente había ganado las primarias del Partido Republicano en Carolina del Norte.
“Lo llaman Supermartes por un motivo”, dijo Trump ante un público entusiasta. Después arremetió contra Biden por la gestión de la frontera entre México y Estados Unidos y la retirada estadounidense de Afganistán. Tras comenzar la noche con triunfos en Virginia y Carolina del Norte, completó la jornada ganando en Alaska y Utah.
Biden no ofreció un discurso, sino que emitió un comunicado en la que advirtió que los resultados del martes planteaban a los estadounidenses una decisión clara y defendió sus logros desde que derrotó a Trump.
Aunque buena parte de atención se centraba en las candidaturas presidenciales, también se celebraron otras consultas importantes. La carrera de gobernador cobró forma en Carolina del Norte, donde el vicegobernador republicano Mark Robinson y el actual fiscal general, el demócrata Josh Stein, se enfrentarán en un estado muy disputado de cara a noviembre.
En California, el representante demócrata Adam Schiff se enfrentará al republicano Steve Garvey, expelotero de los Dodgers de Los Ángeles, por el escaño del Senado que ocupó durante mucho tiempo Dianne Feinstein.
Pese al dominio de Biden y Trump en sus partidos, los sondeos dejaban claro que el electorado en general no quiere que las elecciones de este año sean idénticas a las de 2020. Una nueva encuesta de AP-NORC Center for Public Affairs Research mostraba que la mayoría de los estadounidenses no creen que Biden ni Trump dispongan de la agudeza mental necesaria para el puesto.
Biden también es el presidente de más edad en la historia del país, y los republicanos recalcan todos sus deslices al hablar. Sus asesores insisten en que los votantes escépticos cederán cuando quede claro que Trump y Biden serán las opciones a elegir en noviembre.
Ahora Trump tiene los mismos años que tenía Biden en la campaña de 2020, y ha incrementado las dudas sobre su capacidad con errores recientes como sugerir erróneamente que se presentaba contra Barack Obama, que dejó la Casa Blanca en 2017.