Los seguidores del republicano Donald Trump que fueron acusados de asaltar el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 esperan ser indultados por el ahora presidente electo, quien los ha llamado "patriotas" y "presos políticos".
"Me inclino a indultar a muchos de ellos", prometió varias veces durante su campaña a la Casa Blanca, una de ellas en un panel de la cadena CNN.
"No puedo decirlo por cada uno de ellos, porque probablemente un par se salió de control", matizó sin embargo.
Repetidamente, Trump le ha restado gravedad al ataque al Capitolio e incluso recientemente fue tan lejos como para describirlo como un "día de amor".
En la violenta irrupción, más de 140 policías resultaron heridos tras horas de enfrentamientos con los simpatizantes de Trump que portaban astas de banderas, bates de béisbol, palos de hockey y otras armas improvisadas, además de pistolas eléctricas y aerosoles contra osos.
El asalto ocurrió luego de un enardecido discurso del entonces presidente Trump ante decenas de miles de sus simpatizantes cerca de la Casa Blanca, donde afirmó varias veces sin pruebas que había ganado las elecciones de 2020.
Varios acusados por los disturbios han aprovechado la victoria electoral de Trump ante la vicepresidenta Kamala Harris para pedir que se frenen sus juicios o sentencias.
Christopher Carnell, un joven de 21 años de Carolina del Norte, pidió que se retrasara una audiencia por alteración del orden público en atención a las "múltiples promesas de clemencia" de Trump.
Carnell, dijo su abogado, "espera ser relevado del proceso penal que enfrenta actualmente cuando la nueva administración asuma el cargo".
La jueza Beryl Howell denegó la solicitud.
Trump fue acusado
Trump fue acusado por el fiscal especial Jack Smith de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020.
Sin embargo, el caso nunca llegó a juicio y ahora se tramita de acuerdo con la política del Departamento de Justicia de no procesar a un presidente en funciones.
Trump tampoco ha descartado otorgar indultos a miembros de grupos militantes de extrema derecha como Proud Boys y Oath Keepers, que fueron condenados por conspiración sediciosa y recibieron las sentencias de prisión más severas.
Según las últimas cifras de la oficina del fiscal de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, 1.532 personas han sido acusadas por el asedio al Capitolio, de las cuales 571 bajo cargos relacionados con agredir, resistirse o impedir el trabajo de los agentes del orden.
Más de 940 acusados se han declarado culpables de diversos delitos, mientras otros 195 fueron condenados en juicio.
Antes de dejar el cargo en enero de 2021, Trump ya había indultado a varios de sus aliados políticos cercanos que afrontaban cargos federales, entre ellos sus jefes de la campaña presidencial de 2016, Paul Manafort y Steve Bannon.