Alfredo Dubois, economista del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), aseguró que los principios actuales de la Caja de Seguro Social y en particular el programa de Invalidez, Vejez y Muerte están desfasados y ya no son sostenibles.
Los avances en la expectativa de vida presentan un problema financiero para la Caja de Seguro Social: más dinero sale del que entra.
A esta realidad se le suma la creciente población en el sector informal. Alrededor del 53% de los trabajadores en Panamá están en el sector informal. Cerca de 800 mil personas.
Estas presiones financieras sobre la Caja de Seguro Social obligaron al sistema de beneficios del programa de Invalidez, Vejez y Muerte a utilizar las reservas del subsistema. Es decir que desde el 2019 la Caja de Seguro Social ha estado consumiendo capitales que corresponden a las próximas dos generaciones. Esto, nuevamente, se debe a la prolongada expectativa de vida de la población que ahora en promedio recibe apoyos económicos por casi dos décadas más de lo previsto en el sistema actual.
Según el economista del CONEP Alfredo Dubois, esta realidad operativa de la Caja de Seguro Social no es solidaria, ni responsable. Es la opinión del vocero del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) que no es viable ni moral recibir más de lo aportado al sistema.
En el 2024 se agotarán las reservas de beneficios definidos del programa de invalidez, vejez y muerte.
El vocero del CONEP, Alfredo Dubois, aseveró que el sistema debe cambiar y debe modificar sus principios operativos. El principio fundamental es que cada persona debe recibir lo que ha aportado y no restarle a ninguna otra persona. Además Dubois sugiere que es esencial que cada cotizante pueda tener acceso a la información de cuanto ha cotizado, cuanto ha depositado el estado y cuánto se ha generado en intereses a partir de sus aportes.