Tengo claro el momento de su aparición en televisión en el año 2013 cuando fue elegido Papa. Jorge Mario Bergoglio, de Argentina, uno de los nuestros, era el nuevo Papa. Y recuerdo cuando pidió que oráramos por él y fue allí cuando dije: este tipo es diferente. Una y otra y otra vez me dio la razón.
¿Y por qué estamos aquí en Conexión Financiera haciendo una una reseña sobre el Papa Francisco? Es que el Papa tuvo una importante influencia en un momento de la vida en que las iniciativas de sostenibilidad y de inclusión conocidas como ESG por sus siglas en inglés tomaron una fuerza potente. Y es que más o menos desde 2018 hasta post pandemia, líderes corporativos daban su vuelta por el Vaticano más que para donar a la iglesia o visitar al Papa, era para buscar algún grado de validación.
Influencia económica de Francisco
La influencia económica del Papa Francisco como defensor de la igualdad o de la paridad de género lo hizo un defensor indirecto de las iniciativas corporativas que han dominado los últimos 10 años. Que para algunos el péndulo se movió muy a la izquierda, pues en algunos casos puede ser. El Papa Francisco nunca estuvo enteramente cómodo con la riqueza que unos cuantos han amasado en los últimos 10 años. Eso iba de la mano con sus sentir con respecto a la migración y los dolores por los que pasaban las personas obligadas a huir de sus hogares por diferentes razones. No nos equivoquemos - el Papa Francisco se reunió con los más relevantes líderes corporativos de nuestros tiempos: desde fund managers hasta banqueros pasando por innovadores y creadores de contenido. El hombre era todo sobre construcción de puentes y no de muros por más en desacuerdo que estuvieses.
La influencia del Papa Francisco en movimientos que pretendían un poco más de igualdad como ESG o incluso la famosa WOKE culture son innegables. Constantemente nos pedía a todos no olvidar al más pobre. Y, una vez más, el Papa no se refería a movimientos filantrópicos o quitarle al que más tiene para darle al que menos. No sé si la historia lo reconocerá como tal, pero desde mi perspectiva algo sesgada, el concepto del capitalismo incluyente o más humano recibe un gran empujón de Jorge Mario Bergoglio.
Un Papa que limpió la casa
Una anécdota sobre esta obsesión con la acción que puede servir para los poderes económicos y políticos que consistentemente navegan en aguas turbulentas y en matices de grises, fue el deseo por limpiar el aparato de administración financiera de la poderosa agencia de finanzas del estado en el Vaticano quienes evaluaban inversiones y manejo hasta de donaciones importantes a la iglesia católica. En un periodo de 2 meses hacia finales de 2019, el Papa limpió casa, eliminando poderes, botando a un pocotón de botellas y pasando a la acción. Algo que muchos anhelamos ocurra con nuestros gobernantes.
¿Será el próximo heredero del trono de San Pedro tan beligerante, tan influyente como lo fue Francisco? Amanecerá y veremos pero mientras eso ocurra, atesoremos las lecciones en sencillez y humildad de un hombre que fue líder de 1,200 millones de católicos y que generó un grado de esperanza en que hay mucho valor en hacer las cosas bien.